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Gimnasia

“Me desvivo por tener un deporte justo para los atletas”

Bruno Grandi terminará el 31 de diciembre sus 20 años de mandato al frente de la FIG. En diálogo con Argentina Amateur, realizó un repaso por todo lo que hizo para mejorar el deporte. Además se enorgulleció: “La gimnasia ha hecho unos progresos fulgurantes en América del Sur.”

Por: Ángeles Vidal

 

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El profesor Bruno Grandi, fue el mandamás de la gimnasia desde 1996, realizó cinco períodos de cuatro años; al finalizar 2016, será sucedido por el japonés electo Morinari Watanabe. Además contó cómo fue que se determinó a ser dirigente, y cómo fueron sus luchas para hacer de la gimnasia un deporte más justo. También habló sobre el futuro, las tecnologías que intentarán ser implementadas para las puntuaciones, y en lo personal espera seguir formando parte de la comisión de los Juegos Olímpicos de la Juventud.

 

¿Por qué decidió convertirse en dirigente de la gimnasia? ¿Imaginó una carrera tan larga y completa?

Fueron varias las razones que me incitaron a querer dirigir la gimnasia mundial. En aquel tiempo, cuatro países eran, de hecho, los grandes amos de este deporte. Antes de las competiciones, en las habitaciones de hotel ya tenían lugar acuerdos entre jueces. Yo mismo, era juez de alto nivel, y me rebelé contra ese sistema de clanes que era un escándalo. Al principio de mi presidencia, muchos países me apoyaban, pero cuando empecé a librar batallas, me fui encontrando más solo.

De igual forma, la ‘Gimnasia para todos’ fue otra de las razones. Siempre pensé que debía ser la base de todo el deporte. Pero hace veinte años, la ‘Gimnasia para todos’ era solo un nombre detrás del cual no había una realidad verdaderamente concreta.    

Mi carrera ha sido larga porque el funcionamiento de una federación exige tiempo para lograr que se acepten las reformas. Yo no quería marcharme en mitad de los combates que he emprendido. Algunos no se han terminado aún; todavía quedan cosas por hacer, en particular, con respecto a la selección de los jueces.  

¿En qué situación encontró la FIG al asumir el cargo? ¿Cuál fue su mayor desafío? ¿Y su mayor logro como presidente de la FIG en estos veinte años? ¿Considera que le quedó algo pendiente?

Cuando empecé mi presidencia hace veinte años, la FIG tenía un funcionamiento arcaico y estaba dominada por las grandes potencias de la gimnasia. Las ceremonias de entrega de medallas eran monótonas. Se oían siempre los mismos himnos y estaba acostumbrado a irme a dormir con el fondo musical de Rumanía o de los antiguos países soviéticos en mi cabeza. Ahora, se pueden ver ocho gimnastas de ocho países diferentes en finales compitiendo por una medalla, lo cual es mucho mejor para el interés del deporte.

 

Estoy contento de los cambios realizados en el formato de competición. Estoy orgulloso de haber reducido el número de gimnastas necesario para componer un equipo y de haber permitido a los mejores gimnastas del mundo poder participar en los Juegos Olímpicos aunque no formen parte de un equipo. ¿Cuántos países son capaces de tener cinco gimnastas para componer un equipo que pueda puntuar en todos los aparatos? Fue una larga batalla, no todos estaban de acuerdo, pero al final, he ganado. De ahora en adelante, los mejores gimnastas pueden participar en los Juegos.

 

Estoy también contento de haber instaurado una edad mínima para las chicas a pesar de la oposición de algunos países. En ninguna parte del mundo, un niño debe ser forzado a trabajar seis horas al día. No he vencido del todo en este frente porque aún quedan algunas naciones que tratan de hacer trampas con la edad de sus gimnastas. Pero pienso que merezco que se me den las gracias por la lucha que he llevada a cabo contra la precocidad en el deporte.

Por lo que también siempre me he desvivido, es por tener un deporte que sea justo para los atletas. Todo lo que he hecho o intentado hacer está ligado a esta idea de justicia en el deporte, eso va desde la reforma del código de puntuación al análisis de la evaluación de los jueces para evitar las coaliciones entre jueces o el favoritismo. He tenido que pelear a menudo contra las grandes potencias. Queda mucho por hacer. Pero siempre me ha guiado esta idea de la justicia deportiva. Todas estas reformas han dado su fruto. Por eso la gimnasia es hoy uno de los tres grandes deportes del programa olímpico de verano.

 

¿Por qué decidió terminar su carrera como dirigente? ¿Piensa seguir ligado a la gimnasia de alguna manera?

 

En 2012, quise solicitar un quinto mandato porque no había terminado todos los proyectos que había emprendido. Quedan todavía cosas por hacer pero tengo 82 años y es hora de dejarle sitio a alguien más joven que pueda representar la gimnasia en el seno del COI. Sé que le dejo a mi sucesor una federación sólida. Yo mantendré obviamente un vínculo con la gimnasia y con el deporte; espero, por ejemplo, poder continuar siendo miembro de la comisión de los Juegos Olímpicos de la Juventud del COI.

 

¿Cómo ve la gimnasia sudamericana que últimamente mejoró su nivel en las competiciones internacionales?

 

La gimnasia ha hecho unos progresos fulgurantes en América del Sur. Lo hemos visto en los Campeonatos del mundo pero sobre todo en los Juegos Olímpicos. En Río, los brasileños han ganado tres medallas y gimnastas de Venezuela y Chile se han calificado para las finales. También hay muchos gimnastas que ofrecen bellas promesas para el futuro. Esto no es una sorpresa, es el resultado de numerosos cursos y programas de formación que la Federación Internacional de Gimnasia, ha llevado a cabo desde hace 15 años en el continente. Como presidente, no puedo más que felicitarme de ver los países sudamericanos a este nivel.  

 

¿Qué opina de la tecnología japonesa que fue presentada para evaluar los ejercicios? ¿Ve posible que se concrete?

 

El sistema de puntuación representa el desafío más grande para un deporte juzgado por seres humanos como es el nuestro. En Japón, pude asistir a demostraciones de un sistema de tecnología 3D que permite calcular la nota de dificultad de un ejercicio en tiempo real. Estas investigaciones llevadas a cabo por el grupo Fujitsu son interesantes y el nuevo presidente de la FIG, Morinari Watanabe, piensa introducir lo antes posible este sistema que permitirá limitar los errores de juicio, voluntarios o no. Siempre soñé con tener una especie de photo-finish para la gimnasia. Tal sistema es una gran oportunidad para nuestro deporte y espero que pueda evaluar también la nota de ejecución y no sólo la de dificultad.

 

¿Cómo se sintió al ser nombrado Presidente Honorífico de la FIG?

Me ha complacido mucho ser nominado presidente de honor; es una forma de reconocimiento por todo lo que he hecho por la gimnasia.

 
 

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