El levantador argentino, Ramiro Olivera, tuvo una actuación muy destacable: luego de un arranque muy flojo, supo reponerse y lograr una nueva medalla de bronce para Argentina.
El levantamiento de pesas trajo varias alegrías para Argentina. Sobre el cierre de la actuación en Rosario, Ramiro Olivera también quiso poner su firma en el medallero nacional. Sin embargo, tuvo un comienzo bastante flojo: falló en su primer intento para levantar 105 kilos y tuvo que gastar su segunda posibilidad para poder superar esa marca. De esta forma, ya quedó 5 kilos por debajo de sus competidores.
“Al principio estaba enojado. Después pude remontarlo y logré sacar el bronce”, confesó Olivera luego de su participación en los micrófonos de AAD. Es que, en la segunda tanda, en envión, el bonaerense se la tuvo que jugar y le salió a la perfección: logró levantar 157 kilos, lo que le permitió meterse en el último escalón del podio con un total de 267 kilos. A tan solo 3 kilos del ganador, el ecuatoriano Elkin Ramírez.
Sin embargo, el mismo Olivera se encargó de analizar por qué falló en su primer intento: “Fueron demasiados nervios. A comparación de otras veces, tuve mucho nerviosismo, me desperté en la noche con un nudo en la garganta y en ese momento estuve muy ansioso”. Además, reconoció: “Es mi primera experiencia representando a Argentina. Ganar una medalla me genera un montón de cosas”.
Por otro lado, el medallista argentino pudo festejar con sus seres queridos: “Lo bueno es que pudieron venir mis amigos, parte de mi familia: estuvo muy bueno”. No solo eso, sino que también destacó lo que significó representar a su país: “La experiencia fue la mejor. Socializamos demasiado con gente de otras disciplinas, otros países. Nunca pasé por algo así y fue bastante divertido. En el hotel estamos con la gente de Coracao y es bueno cruzarte con otras culturas, otros idiomas y hablar con ellos. Además, ellos son bastantes sociables y nos llevamos muy bien”.
