La oriunda de San Nicolás volvió a brillar en una final apasionante que tuvo en vilo a una multitud que colmó las instalaciones del Parque Urbano. El martes los chicos del dos sin timonel habían obtenido el bronce.
Allá bien lejos y en un Juego Olímpico que sería el primero de un nuevo Siglo, Sydney recibía a una nutrida delegación argentina con el sueño intacto de dejar bien representada la bandera albiceleste.
Ese sueño quedo trunco para Dolores Amaya (no para su padre Damián que sí compitió), remera que competía para Argentina y que se tuvo que quedar porque estaba embarazada. Sí, en ese vientre estaba la futura campeona olímpica juvenil y subcampeona del Mundo.
María Sol Ordás, con 18 años cumplidos el 24 de septiembre, cumplió el sueño de muchos: ser campeón olímpico, sea cual sea la edad. Los Juegos Olímpicos representan las virtudes del deportista.
Luchadora incansable contra viento y marea; y preparaciones en su querido Club Regatas de San Nicolás, la han forjado en una atleta de elite.
Ordás ya había demostrado lo que era capaz de realizar a su corta edad. Sub campeona del Mundo en República Checa representando a los juniors dentro del remo internacional, la vista estaba puesta en cómo podía superar el gran escollo que es ser profeta en su tierra.
Y lo pudo lograr.
Además de lograrlo, ganó todas las regatas que disputo. Algo impensado por estos días donde las competencias son cada vez más estresantes y exigentes.
En las semifinales, la nicoleña comenzó de menor a mayor. Algo estratégico y que se vio durante el resto de las regatas. Así y todo ganó el Heat con un crono de 1:45.11 (un segundo más que su par de Estonia)
En la final, el espectáculo fue aún mayor. Ordás comenzó muy bien y peleó palmo a palmo frente a la representante de Suecia. Luego de cruzar el Puente de la Mujer, Ordás aumentó el ritmo y en los últimos metros superó a la sueca Lindroth por apenas 50 centésimas. Tanto fue la tensión en ese sprint final que se definió por photofinish. María Sol concluyó la regata con un registro de 1:43.81 y desató la locura de los argentinos presentes.
La primera medalla de oro en estos Juegos fue para el remo. Deporte que tiene acostumbrados a los fanáticos del deporte a lo largo de varios años a estar en la elite mundial, pese a los altibajos que atraviesa en estos momentos. Ttodos los remeros piden a gritos un cambio urgente.
Con estas dos medallas (bronce del dos sin timonel obtenida el martes), se cierran las competencias del remo en estos Juegos Olímpicos de la Juventud.