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Giselle Soler, estirpe ganadora

La oriunda de Zona Oeste cumple 22 años y es menester recordar por qué su apellido es tan reconocido alrededor del mundo.

Un apellido que trasciende fronteras, Soler es sinónimo de trabajo, esfuerzo y resultados. Con dieciséis medallas internacionales que incluyen campeonatos y subcampeonatos del mundo junior en las disciplinas libre y figuras obligatorias y también medallas en torneos ecuménicos como lo son los Juegos Suramericanos de Santiago 2014 (oro), Cochabamba 2018 (plata); y los Panamericanos de Toronto 2015 (donde fue oro) y Lima 2019 (plata), Giselle Soler es una de las patinadoras nacionales con más reconocimiento tanto en su tierra como en el exterior.

Con los patines puestos desde los tres años, supo que las ocho ruedas la acompañarían para siempre. Nacida en Villa Bosch un día como hoy pero de 1997, completó su etapa escolar en el Instituto Preciosísima Sangre hasta que hoy, viviendo en Pablo Podestá, estudia la Licenciatura en Logística en la Universidad de Tres de Febrero.

Desde chica con los patines en los pies

Quizá lo que hace ella como su hermana Elizabeth es aún más meritorio teniendo en cuenta que es muy complejo dedicarse a varias disciplinas del patinaje y tener éxito en todas: ambas se destacan tanto en libre como en figuras obligatorias. Deportista de tiempo completo que se reparte entre las pistas de Don Bosco y San Lorenzo, destina la última parte del día a formarse académicamente para el día en el que decida no patinar más.

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La carrera de la patinadora es muy solitaria ya que se deben hacer viajes a pistas lejanas -en su mayoría-, por muy poco tiempo (estar una hora antes de la competencia, hacer la prueba de pista y competir). Pero, afortunadamente, tanto ella como Elizabeth cuentan con un apoyo familiar fuerte, porque mamá y papá están siempre junto a ellas en la medida en la que pueden. Ya sea desde una exhibición hasta torneos de mayor envergadura.

Giselle ganó con solo 18 años los Juegos Panamericanos de Toronto, dejando en evidencia la hegemonía del patinaje nacional en el continente. Hoy, a partir de la experiencia del Rollart, el patinaje argentino se encuentra en un proceso de transición para adaptarse al sistema de juzgamiento que obliga a una reconfiguración total del deporte.

Diestra, con su triple lutz como salto preferido, es un talento nacional que todavía tiene años por delante para seguir siendo entrenada por Maricarmen Sanjuan, César Agrelo y Eugenia Luzardo.

Micaela Piserchia

Soy periodista deportiva y social media manager. Dirijo Argentina Amateur Deporte y trabajo en C5N.com. Cubrí JJ. OO Río 2016 y Tokyo 2020. Estuve en DEPORTV y en Olé.

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