“Desde lo mental es mucho más duro que otros deportes”
Lucas Legnani, referente del bowling argentino, se refirió a los aspectos mentales de la disciplina. Aseguró: “Es necesario ser un témpano”.
El integrante de la Selección Nacional habló con ADN Deportivo sobre la concentración, lo solitario que es este deporte e incluso sobre la presión que generan los padres sobre los hijos en las competencias. Para comenzar destacó la individualidad del deporte y lo diferenció de otras prácticas deportivas. “Nuestro deporte es solitario. Hay otros deportes netamente individuales como el tenis. Pero en el tenis tenes un oponente que sí tiene un día mejor que vos influye en tu rendimiento. Pero en disciplinas como golf, tiro y bowling no hay a quien echarle culpas o agradecer”. Sumado a ello, se refirió a las actitudes necesarias en el deporte: “Porque estamos nosotros contra el mundo en cada disparo y es la actitud del guerrero en cada momento“. Y añadió: “Por eso desde lo mental es mucho más duro que otros deportes”.
El campeón nacional explicó que tanto un buen tiro o uno malo no deben afectar en el siguiente durante la competencia. “Es mirar para adelante, pensar en el presente y no mirar para atrás porque ese es el mayor oponente”. Para lograrlo aseguró que hay que poner la mente en blanco, ir paso a paso y aprender de lo que sucedió para sacárselo rápidamente de la cabeza y realizar la próxima ejecución.
Lucas se expresó sobre la actitud de los padres en el deporte infantil sostuvo que los papás presionan a los chicos, porque piensan que de esa manera ayudan pero en realidad perjudican. “El ego de lo padres es una mala influencia en la carrera de los chicos. Deberían dedicarse a entender cómo pueden ayudarlos. Pero no desde el ego porque hacen macana”. En lo personal recordó a una entrenadora que le decía “cada vez que estés enojado hace de cuenta que el palo uno es tu papá”.
En cuanto a las emociones señaló el proceso desde el comienzo en el bowling hacía el profesionalismo. “La primera etapa es de conocer, de frustrarse es extremadamente emocional, hacía el profesionalismo se aprende a dejar todas las emociones de lado”. Y agregó: “Es un deporte muy frío, que tiene que serlo. Yo siempre le digo a los chicos disfruten de este momento donde es emocional como transición a lo profesional que es un deporte totalmente diferente a lo que están viviendo ahora”.
Ante la pregunta: ¿qué es más difícil de superar el éxito o el fracaso?, Legnani contó que ha visto jugadores que realizan un 300 (juego perfecto) y la siguiente línea es muy bajita porque no pudieron sacárselo de la cabeza. Aconsejó que se debe apagar ese momento y disfrutarlo cuando se termina el día. También habló sobre los malos momentos: “Hay que entender que ya pasó, que tuvo sus consecuencias y que no se puede cambiar”, señaló. En su opinión la clave es concentrarse en lo que viene un tiro a la vez, ya que una línea son 10 dos paros, en un día de competencia son entre 60 y 80, en un torneo son 2400 en total. Aunque “a veces es difícil sacar las emociones de la cabeza, cuando hay una cámara de televisión o estás por clasificar a una final”, siguió.
Lucas Legnani afirmó que “lo mental hace la diferencia”. Explicó que es una competencia larga, que se juega en diferentes turnos con cambios de clima, por ejemplo, y por eso la preparación mental es la que le permite a un jugador mantenerse óptimo. “Táctica, técnica y físicamente hay jugadores más preparados que los mejores del mundo. Pero la cabeza hace la diferencia en un 99%”, concluyó.