Un gesto en el podio que podría traer sanción, una atleta que pide asilo político, un campeón olímpico que teje por una buena razón, y la primera deportista transgénero en un Juego Olímpico. Esto, y más, en una nueva edición del Olimpicado
Un gesto por las minorías…¿que será sancionado?
Durante la ceremonia de premiación del lanzamiento de bala femenino, la estadounidense Raven Saunders realizó un gesto que llamó la atención: cruzó los brazos por encima de su cabeza, formando una X. Según explicó luego la misma atleta, ese gesto representó «la intersección donde se encuentran todos los oprimidos». Esto, haciendo referencia a las comunidades LGTB (de la cual forma parte y es activista) y afroamericana. Un gesto comprometido con la sociedad.
Sin embargo, a pesar de lo valioso de esta acción, le podría traer sanciones. ¿La razón? Podría haber violado la regla 50 de la Carta Olímpica, que reza que ningún tipo de manifestación política, religiosa ni racial puede realizarse en los sitios olímpicos. Si bien esta regla ha sido “relajada” para esta edición de los Juegos, el podio no fue uno de los sitios exceptuados, por lo cual se está investigando el hecho, y analizando posibles sanciones.
Intento de secuestro por su propio Comité Olímpico
La atleta Krystsina Tsimanouskaya fue una de las representantes de Bielorrusia en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. Su paso deportivo fue sin pena ni gloria, pero tomó mucha mayor trascendencia por situaciones externas a su actividad: según denunció, el Comité Olímpico de su país intentó llevarla a Bielorrusia contra su voluntad, debido a críticas públicas que hizo Tsimanouskaya. En el aeropuerto, buscó la protección de la policía japonesa, que pudo intervenir y mantenerla a salvo.
Luego de estos hechos, la atleta de 24 años declaró que pediría asilo político en la embajada de Austria en Japón. Sin embargo, le llegaron ofertas de otros países, y finalmente recibió un visado humanitario por parte de Polonia, que sería su nuevo hogar, en principio. Su esposo debió huir de Bielorrusia hacia Ucrania, para evitar represalias, y prevé reunirse con su mujer. Cabe destacar que el Comité Olímpico de Bielorrusia es dirigido por Viktor Lukashenko, hijo del presidente de aquel país, Alexander Lukashenko, que se mantiene en el poder mediante prácticas cuasi dictatoriales.
Un pasatiempo particular, pero con un gran trasfondo
Durante la final de trampolín 3m femenino, una de las competencias de los saltos ornamentales, se vio en la tribuna a Tom Daley, campeón de plataforma 10m sincronizado, realizando una acción particular: tejiendo. Daley explicó que este pasatiempo lo ayudó bastante durante la pandemia. Sin embargo, tiene, además, un trasfondo muy remarcable: el británico vende muchas de sus piezas, y dona la plata a diferentes causas, como a refugios para jóvenes de la comunidad LGTB que son echados de sus casas. Sin dudas, un enorme gesto de parte de uno de los pocos campeones olímpicos abiertamente homosexuales, mostrándose comprometido con las causas de la comunidad a la que pertenece.
La primera ¿de muchas?
Este lunes, la pesista Laurel Hubbard se convirtió en la primera deportista transgénero en participar de unos Juegos Olímpicos. Su participación en el evento generó muchísima controversia, no solo en el ámbito del levantamiento de pesas, sino del deporte y de la sociedad en general, ya que muchos consideraban que su sexo de nacimiento le daría ventaja sobre el resto de las competidoras.
Más allá de eso, su presencia fue aprobada, y ayer tuvo acción en la categoría +87kg. Su mera presencia ya fue histórica, aunque el resultado no fue el esperado: quedó rápidamente eliminada, tras fallar en sus tres intentos de arrancada. Su actuación ya marca un precedente en la historia de los Juegos, y podría abrir nuevas puertas. Además, no estuvo sola: una de las integrantes del equipo de fútbol de Canadá, Quinn, nacida como mujer, se declaró abiertamente como transgénero y no binaria, mientras que Chelsea Wolfe, reserva del equipo estadounidense de BMX freestyle, también es transgénero, aunque no tuvo acción en el evento.
Pionera a caballo
La equitación es el único deporte olímpico que no distingue género: no hay una competencia masculina y una femenina, sino que compiten todos juntos. Aún así, en algunas de sus competencias, como en el caso del concurso completo individual, los campeones siempre habían sido hombres. Hasta ahora.
Este lunes, la alemana Julia Krajeswki se convirtió en la primera mujer en lograr el oro en este evento. Luego de finalizar cuarta en la prueba de doma, escaló al segundo lugar de la general tras la prueba de cross country. Finalmente, en la última prueba, la de salto, logró una gran actuación que le permitió alcanzar el título, junto a su caballo Amande de B´Neville. Luego de 11 mujeres que lograron subirse al podio entre el segundo y el tercer puesto, finalmente llegó Julia para poder conseguir ubicarse en el escalón más alto.
Deportistas podrían ser sancionados por beber alcohol
En realidad, la sanción no llegaría por el mero hecho de beber alcohol, algo que no está prohibido en su totalidad. El castigo sería porque se rompió el protocolo anti COVID de Tokyo 2020, que les permite a los deportistas solamente beber alcohol en su cuarto y en soledad.
Según confirmaron desde el Comité Olímpico Internacional (COI), varios miembros de una delegación han sido encontrados ingiriendo bebidas alcohólicas en grupo, en una zona de la Villa Olímpica. Por la razón mencionada anteriormente, se están analizando las posibles sanciones para estos deportistas.
No se ha dado a conocer de que país son los deportistas, aunque muchos especulan que podría ser Eslovenia; cabe recordar que hace unos días, se difundieron imágenes de miembros del equipo de básquet de esta delegación bebiendo alcohol y festejando, luego del triunfo sobre la Selección Argentina. Además, las imágenes fueron publicadas por una basquetbolista española, lo cual agravaría más la situación.
Foto: TVN
