El Director Técnico de la Selección Femenina Junior habló con AAD y analizó todo lo que dejó la actuación de Las Tiburoncitas en el reciente Mundial de Israel.
Por Diego Bianco
Facundo Policarpo tiene un papel fundamental en el deporte: desde 2016 es el entrenador de las selecciones formativas de waterpolo, un puesto importante de gran valor para allanar el camino a futuras generaciones, actualmente es el conductor del equipo de la Universidad de La Matanza (UNLaM) hace 13 años y confirma toda una vida ligada al deporte. Adquirió experiencia en Italia donde también fue Head Coach y obtuvo experiencia vital en un país destacado en el polo acuático.
El entrenador dirigió campeonatos sudamericanos y panamericanos, logró un histórico 3° puesto en el certamen continental de 2019 que valió la clasificación al Mundial de Israel de este año y ratificó el crecimiento notable de la Selección Femenina Juvenil. En dicho torneo, el conjunto nacional finalizó en el Top 10, lo que significa una actuación sobresaliente y deja una sensación positiva de un futuro motivador.
¿Cuál es el balance final que hacés del equipo?
El balance de lo que fue el torneo es altamente positivo sobre todo había cuenta que pudimos jugar seis partidos al más alto nivel, prácticamente salvo el partido contra Hungría de igual a igual en situaciones de juego que nos van a permitir crecer y evolucionar muchísimo desde nuestro juego de cara al futuro de estas jugadoras que muchas de ellas van a intentar ganar un lugar en el equipo absoluto. Así que en ese sentido, es muy pero muy positivo el balance del torneo.
¿Esperabas esta actuación?
En relación a las expectativas, en términos de resultados nosotros íbamos a buscar experiencia principalmente y soñábamos con dar el golpe y pasar por primera vez en la historia en nuestro segundo mundial pasar la fase de grupos, eso lo logramos y fue una gran satisfacción. Lo que sí no estaba en los planes, más allá de que uno sueña siempre con algo más, era poder dejar debajo nuestro tres equipos europeos, ganarle a Alemania y disputar de la manera que disputamos gran parte de los juegos. Básicamente fue un torneo que superó inclusive nuestras expectativas de base.
¿Que pensás del rendimiento mostrado por las chicas?
De cualquier manera, creo que podríamos haber rendido mejor, que podríamos haberlo hecho mejor y tenemos potencial para expresar un juego de mayor nivel individual y colectivo. Hubo rendimientos de actuaciones muy interesantes, otras con altibajos, otras no tan altas, aceptables o por debajo de lo esperado, pero en definitiva esto es parte de los procesos y los torneos, y lo importante es que nos den indicaciones como para direccionar nuestro trabajo y hacerlo mejor. Yo creo que realmente esperemos poder trabajar mejor y prepararnos mejor de cara a los próximos eventos en un contexto muy difícil como este último año y medio o dos por la pandemia en donde prácticamente no hubo competencia, muchos clubes estuvieron cerrados, en el CeNARD también estuvimos parados y después solo autorizaron inicialmente a las categorías absolutas. En definitiva, eso se notó y por eso digo que tenemos mucho potencial para dar.
¿Notás el crecimiento del equipo si lo comparás con anteriores años?
Contextualizando en relación a años anteriores te puedo decir el salto de calidad que han dado este grupo de jugadoras al seleccionado nacional juvenil y junior es enorme. Si nos ponemos a pensar, nosotros hace años atrás no participamos en los panamericanos, mucho menos en los mundiales y a nivel sudamericano quizá discutíamos el tercer o cuarto lugar y realmente hoy el equipo está muy consolidado en un primer nivel sudamericano disputando de igual y igual con Brasil, que ha clasificado de forma sistemática en todas las categorías y siempre está metiéndose entre los cuatro primeros.
¿Que es lo más se tiene que mejorar para tener en cuenta a futuro?
A futuro para mejorar hay muchísimas cosas, pero, principalmente creo yo que en dos fundamentos de base como son: pase y recepción de lanzamiento donde hay mucho por hacer. También reforzar algunos puestos claves donde necesitamos tener rendimientos más altos. Esto son cosas fundamentales y, de agregar una tercera, sería unas cuestiones de desplazamiento y de técnica individual en donde tenemos el mayor handicap, respecto de países de un nivel superior al nuestro.
¿Cuáles son los objetivos para el sudamericano que se avecina?
El objetivo principal para el sudamericano juvenil es ser medallistas para clasificar el panamericano en el año 2022, volver a disputar la final que ya hace varios años pudimos dar este salto de calidad que venimos prácticamente disputando las finales con Brasil y por último sería un sueño poder lograr la medalla dorada. Por supuesto sabemos que es muy difícil, de hecho todas las medallas doradas las ha ganado Brasil, pero también venimos de un mundial que logramos hacer historia, entonces por qué no soñar con eso también…