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Oleksandr Abramenko, del abrazo de la paz a la huida de su familia de Ucrania

Oleksandr Abramenko, esquiador ucraniano que fue medallista en los Juegos Olímpicos de Beijing, pasó de ser noticia por abrazarse con un competidor ruso, a tener que ayudar a su familia a huir de su país

El miércoles 16 de febrero, el ucraniano Olexander Abramenko fue noticia a nivel mundial. No tanto por haber logrado una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Beijing, en esquí acrobático, sino por lo que pasó luego. Al consumarse el resultado final, Abramenko recibió un cálido abrazo Ilia Burov, competidor ruso que se quedó con el bronce. Hoy, menos de 3 semanas después, la realidad golpeó con fuerza al deportista ucraniano.

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La foto de Burov abrazando a Abramenko fue noticia a nivel mundial. Si bien la invasión rusa a Ucrania aún no había comenzado (lo haría 8 días después), la tensión entre ambos países ya estaba en un punto álgido. La imagen se conoció como el abrazo de la paz, y sobre ella habló Burov con el New York Times. “Es muy agradable que la cámara nos captara mostrando el apoyo mutuo y la amistad entre los pueblos“. El esquiador ruso agregó que mantiene una amistad de varios años con Abramenko. A pesar de esto, la imagen hizo ruido en Ucrania. Algunos medios consideraron la acción como una provocación, ante las recomendaciones del Comité Olímpico ucraniano de no mezclarse con atletas rusos.

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Más allá de esa polémica, lo cierto es que Oleksandr Abramenko vuelve a ser noticia, menos de 3 semanas después de ser medallista. Y esta vez, lamentablemente, no por una situación disfrutable. El esquiador de 33 años, por estas horas, se encuentra en la búsqueda de lograr que su mujer, rusa de nacimiento, y su hijo de 2 años, abandonen Ucrania. Así lo contó el periodista John Branch, que logró ponerse en contacto con él.

Oleksandr Abramenko, a la derecha, recibe el abrazo del ruso Ilia Burov. Foto: Getty Images

Desde el comienzo de los bombardeos, Abramenko y su familia abandonaron su departamento, y se refugiaron en el parking del edificio, donde llevan durmiendo más de una semana. En los últimos días, Oleksandr decidió abandonar el país, para poner a su familia a salvo. El plan, que buscará cumplir por estas horas, es llevarlos hacia la frontera con Eslovaquia y Hungría, hasta donde pretende llegar manejando. Antes, pasará por la región de Mukachevo, donde vive su entrenador, para analizar sus siguientes pasos.

Probablemente, su mujer Alexandra y su hijo Dmitry puedan abandonar el país como refugiados. Sin embargo, Abramenko difícilmente pueda seguir sus pasos, ya que al ser un hombre de 33 años, no puede abandonar el país, ya que podría ser llamado al ejército. De la gloria de ser medallista olímpico a tener que abandonar su hogar para poner a su familia a salvo, con tan solo semanas de diferencia. Esta historia, la de Oleksandr Abramenko, es una de las tantas que deja este triste conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Por el bien de la humanidad, esperemos que pronto terminen los ataques, y la paz pueda restablecerse.

Oleksandr Abramenko junto a su esposa, Alexandra, y su hijo Dmitry. Foto: John Branch

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