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La maternidad necesita una reparación histórica en el deporte

deporte y maternidad

Se repiten casos de deportistas que dudan convertirse en madres por las consecuencias sociales, deportivas y económicas que contrae hacerlo. ¿Qué de todo lo que se dice y se hace sirve y es real a la hora de encontrar una comunión entre la maternidad y el alto rendimiento?

Por Sol D’Amato

Este domingo se celebra el día de la madre en Argentina, y pese a que algunas corrientes catalogan este evento como el de la “Familia”, es un buen momento para reflexionar sobre la maternidad y el deporte de alto rendimiento.

Durante muchos años se dijo que el ciclo menstrual condicionaba el entrenamiento. Es real que muchas mujeres sufren dolores, cambios en su cuerpo, espasmos y demás malestares dependiendo el momento del ciclo donde se encuentren. Y sin duda son las que más cambios hormonales sufren a lo largo de su vida.

“En personas que no toman anticonceptivos hormonales, el ciclo menstrual consta de dos partes: una que parte desde el primer día de la menstruación hasta el día de la ovulación, y la otra desde ahí hasta el primer día de la menstruación. La primera parte es estrogénica o folicular, dado que predominan el estrógeno (la hormona “femenina”) y el desarrollo del folículo. En esta parte es la que más energía tenemos. En la segunda parte este proceso cambia, luego de que madure el ovocito, y ahí sí, pueden aparecer algunas molestias físicas, y en este momento la hormona que predomina es la progesterona. Si no hay embarazo, el cuerpo empieza a sentirse más cansado, puede haber más malestar corporal, hasta el momento de la menstruación”, comentó Belén Pettis Burguet, licenciada en obstetricia.

“El ciclo menstrual y su correcta gestión necesita de un buen ámbito de contención. En deportistas con pocos recursos es probable que le afecte más que a una que los tiene, que entrena en lugares seguros, con condiciones acordes a su higiene y cuidado personal”, agregó Pettis Burguet.

Pero yendo precisamente al embarazo, y claramente a la maternidad, las deportistas mujeres son sin dudas las que más desventajas sociales, deportivas y económicas sufren. Es por eso, que muchas posponen ser madres para dedicarse a su vida deportiva.

La pregunta es: ¿Se puede ser madres y deportistas? Claramente se puede, como lo han demostrado sendas representantes a lo largo de la historia del deporte mundial. Pero, en muchos de estos casos, tuvieron que atravesar situaciones desventajosas en el proceso. El caso más significativo es el de Allyson Félix.

La atleta estadounidense fue madre en 2018. Meses antes de la fecha pactada para el parto, un diagnóstico de preeclamsia, que ponía en riesgo tanto su vida como la de la bebé, la obligó a dar a luz a Camryn ocho semanas antes de lo previsto. Esta patología es producto de una hipertensión en la madre, y si no se puede controlar, puede desembocar en problemas gestacionales para ella y su bebé.

Pero previo al nacimiento y cuando se enteró del embarazo, tuvo que ocultarlo. La causa: Nike, su sponsor para ese entonces, quiso rebajarle a Allyson su sueldo un 70% durante su baja por maternidad y ella lo denunció, en una carta emitida en el New York Times: “Si tenemos hijos, nos arriesgamos a que nuestros patrocinadores nos recorten el sueldo durante el embarazo y después. Es un ejemplo de una industria deportiva en la que las reglas siguen estando hechas mayoritariamente por y para los hombres”.

Tres meses después, Nike cambió su postura. En una carta compartida por Felix por sus redes sociales, la empresa se compromete a “no aplicar ninguna reducción vinculada con el desempeño” en caso de que una atleta quede embarazada. Sin embargo, la atleta más ganadora de la historia perdió su patrocinio, por ejercer la maternidad.

Si la mejor atleta del mundo pudo perder su sponsoreo, que sin dudas es menor que el de sus pares masculinos, ¿Qué pasa con las deportistas con menos reconocimiento? Es esta una de las razones por las que varias deciden posponer su maternidad, por una cuestión incompatible con su carrera deportiva.

“El embarazo es una revolución hormonal porque sin ellas no podría producirse. A grandes rasgos, Gracias a la hormona progesterona, el embarazo se mantiene durante todo su curso. A su vez, también se llevan a cabo otros procesos hormonales que preparan el cuerpo para la gestación y la lactancia, por ejemplo. Pensemos que el cuerpo se tiene que preparar para poder formar una persona desde cero durante los 9 meses que dura el embarazo, es todo un trabajo en conjunto que se tiene que hacer para que funcione todo como corresponde”, explicó la licenciada.

Existen ejemplos de deportistas que detuvieron su entrenamiento y competencia durante el embarazo, pero también hay otros que no, como el caso más resonante de Belén Casetta, la atleta argentina que acaba de salir campeona en Asunción 2022 de los 3000 metros con obstáculos, embarazada de poco más de 3 meses.

“El embarazo y sus cambios pueden afectar principalmente en los malestares que se generan producto de ellos. Por ejemplo, durante la primera mitad del embarazo la gestante puede sufrir náuseas, vómitos e insomnio, entre otras molestias. Después en la segunda mitad, puede aumentar el reflujo, la acidez, la falta de aire, el estreñimiento, el cansancio, el dormir mal porque el bebé se mueve mucho de noche, o no encuentran una posición cómoda para poder dormir, ya que boca abajo no es una opción hasta después del nacimiento. Entonces, si a una gestante todo esto puede producirle malestar en su vida en general, lo vamos a poder ver reflejado en el entrenamiento. Si bien siempre decimos que estar embarazada no es una enfermedad, la gestación genera una revolución tal que va a producir cambios en la vida de las personas”, argumentó la licenciada.

Existen también otros obstáculos, nuevamente económicos, como el caso más resonante de la WNBA, Skylar Diggins-Smith, que en 2019 declaró que había jugado esa temporada embarazada sin que su equipo, Dallas Wings, lo supiera. Disputó los 32 partidos de temporada regular y uno de playoffs con el embarazo de su primer hijo en curso. Skylar decidió guardar esa información en secreto: “Solo yo, mi marido, mi madre y nuestra doctora sabíamos que estaba embarazada. Ni entrenadores, ni compañeras, ni fanáticos. Cuando nos enteramos, quise que fuera algo personal y no que lo supiera todo el mundo.”

“Hablé con la doctora para decirle que quería seguir jugando, así tomábamos las precauciones necesarias para que yo estuviera sana y para que el bebé también lo estuviera. Hicimos todo lo correcto y ella me dijo que podía jugar y terminar la temporada. ¡Estaba tan cansada y exhausta! Era la capitana del equipo y necesitaba asegurarme de tener energía para poder jugar muchos minutos, prácticamente todos los partidos completos. Me costaba levantarme a la mañana, pero debía mantenerme en buena forma física durante el embarazo. Jugué hasta los tres meses y medio de embarazo. Estaba tan bien físicamente que casi no se notaba la panza, excepto en unas pocas fotos del final de la temporada”, contó la deportista.

“Si es un embarazo normal, mientras no haya enfermedad, y el entrenamiento se adecúe al embarazo, no hay peligro de seguir entrenando mientras se está embarazada. Puede llegar a haber alguna complicación en deportes de contacto, pero en líneas generales se puede seguir entrenando durante el embarazo”, comentó Pettis Burguet.

Si bien Diggins no lo padeció, según la franquicia, el actual convenio de la WNBA contempla que las jugadoras solo tienen derecho al 50% de su salario durante las bajas por embarazo. Luego de que naciera su hijo, la jugadora tuvo una depresión post parto, y tuvo que licenciarse durante la temporada completa. Además, declaró que sus compañeras y equipo la acusaron de la mala temporada, como que “las dejó tiradas”.

Argumenta la licenciada: “Hablando desde el punto de vista médico el puerperio puede ir hasta el año de vida del bebé. Pero si contemplamos que el puerperio no involucra solamente lo físico sino también lo emocional, puede durar más tiempo. Primero el cuerpo tiene que volver a su estado de no embarazo, el útero tiene que achicarse hasta volver a su tamaño normal, los órganos tienen que volver a como estaban antes del desarrollo del bebé. Segundo, yendo al plano emocional, ese binomio tiene que conocerse, entablar un vínculo. El nacimiento es otra revolución, una nueva vida que llega a este lado de la piel, una gestante (re)naciendo como madre. Adaptarse a ese ritmo nuevo de un recién nacido, de que alguien dependa de vos para poder mantenerse con vida, que llore y no entiendas por qué hasta que lo conocés y sabés que ese llanto es por hambre o por sueño. Y obviamente en esta etapa, nuevamente tenemos a las hormonas como protagonistas. Ellas son quienes van a ir colaborando para que se establezca la lactancia, pero también siguen actuando a nivel corporal y es muy normal que una puérpera llore de la nada, por ejemplo”.

En síntesis, ser madre, desde el momento de la gestación, es un proceso que necesita compañía del entorno: “No es lo mismo estar sola que acompañada por una pareja, un entorno contenedor. A la puérpera hay que ayudarla y acompañarla, es normal que la atención pase a estar centrada en el recién nacido, pero ¿nos pusimos a pensar en esa puérpera? Durante los primeros meses y más que nada durante las primeras semanas, lo mejor es que si vamos a ir a visitar a esa familia, sea más que nada para ayudarles y no sumarles una preocupación más.”

Si a la mujer deportista, ahora madre, en este nuevo contexto emocional, se le suma la presión social, la de los sponsors, entrenadores, fanáticos, dirigentes y demás entremeses del alto rendimiento, el proceso de maternar no será el adecuado para este nuevo rol que asumió. Es por esto que cientos de deportistas deben poner en la balanza su proyecto profesional y el familiar, caso que no sucede, sin dudas, entre los deportistas varones. Habrá que buscar que los entornos de las que quieran ser madres, sabiendo que su rendimiento no se detiene si hay contención y apoyo, efectivamente sea el adecuado para todas por igual. Para poder desearles feliz día a todas las que lo deseen.

Foto destacada: Instagram Allyson Felix

Sol D'Amato

Periodista Deportiva, profesora de Educación Física y fotógrafa. Redactora de AAD, a cargo del área de género. Cubro, además, básquet, waterpolo, sóftbol y béisbol. También soy productora en TNT Sports.

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