Milla Anwandter: “Quiero disfrutar de la experiencia porque sé que es única”

La esquiadora argentina fue la última confirmada para la delegación olímpica de Gangwon 2024.

Por: Facundo Osa

“Mejor tarde que nunca” es un dicho bastante popular en Argentina que esconde cierto grado de veracidad. Un claro ejemplo es el de Milla Anwandter, la última clasificada de la delegación nacional para los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno Gangwon 2024. Y es que la chubutense recién fue confirmada a menos de un mes del inicio del evento ya que, luego de la temporada sudamericana, figuraba como la primera reserva argentina en caso de que se liberara algún cupo. Esto finalmente ocurrió y la chubutense, que se encontraba en Italia cuando se lo informaron, se subió al avión de último momento.

“La verdad es que nunca lo di de baja. Terminó la temporada, quedó Jaz (Fernández) y yo quedé como suplente y seguía mentalizada de que la posibilidad estaba. Mi mamá habló con Edu Quiroga y él le dijo que se podían abrir más cupos, pero que era muy difícil. Casi imposible. Ya con esa respuesta y sabiendo que la opción estaba, nunca la di de baja. Cuando vi hace poco que abrieron un cupo para Chile, ahí se me activó algo, como que podía pasar. Después me llamó Magdi (Kast) y no lo podía creer. Estaba caminando en la calle y Magdi me escribe para preguntarme si me podía llamar. Estábamos con Jaz juntas y empezamos a joder ´¿te imaginás que nos vamos juntas a los Olímpicos?´. Me llama Magdi y me dice ´Mila, te vas a los Juegos. Sos la primera en saberlo´.

“La llamé a mi mamá y no me creía”, recuerda sobre aquellos intensos minutos en los que su carrera cambió por completo. En cierta forma, el destino necesitaba que su madre fuese la primera en saberlo dado que, de no haber sido por su trabajo, Milla Anwandter no hubiese llegado al deporte. “Mi mamá trabajaba en el Cerro Perito Moreno, pero en la parte de turismo. Ahí arranqué a los seis años que iba con la escuelita y al principio no me gustaba mucho. Tenía frío y no la pasaba bien. Después, con el tiempo, a los ocho empecé a hacer la temporada entera yendo los fines de semana sin competir ni nada. A los 10 empecé a hacer carreras”, rememora la chubutense.

“Me divertía mucho y me gustaban mucho los viajes de esquí con mis compañeros. En la categoría U12 lo hacía por diversión, pero en U14 me empezó a ir mejor y sentía que esquiaba bien. Ahí un entrenador me dijo que si seguía metiéndole, seguramente me iba a ir bien y eso me motivó para seguir. Siempre con el alpino, me gustaba saltar y eso, pero nunca más. Capaz que nos perdimos una buena esquiadora acrobática (risas)”, bromea sobre su breve relación con el Freeski.

Este año Milla Anwandter dio el salto a la categoría de mayores al participar en su primer Circuito Sudamericano con tan solo 15 años. Allí logró resultados notables como su segundo puesto en el Slalom Gigante en Antillanca, Chile, y su tercer lugar en el Campeonato Nacional Junior de Chile de Slalom, también en Antillanca. “Me sorprendieron bastante mis resultados. Por ahí, haberle ganado a chicas más grandes o con años de experiencia en esta categoría me sorprendió. Estaba re emocionada, nunca me puse nerviosa. Cuando estás por pasar a FIS todos saben que por ahí no te va a ir tan bien. Pero yo decía ´no creo que me vaya mal´ y decidí ir sin expectativas. Yo voy a hacer lo que sé hacer y ver cómo me va”, señala.

Su experiencia continental llega en el cuarto año consecutivo en el que realiza ambas temporadas, la del hemisferio norte y sur. “Mi primera doble temporada fue en 2020. Me fui a España y después todos los años que siguieron hice doble temporada. Dentro de Europa todavía no hice carreras FIS, pero soy consciente del nivel que hay porque conozco a muchas chicas. En U16 he corrido carreras acá en Europa y he hecho podios, cuarto y quintos puestos.

“En el único momento en el que me pude comparar con chicas de Europa fue en la Copa Sudamericana con las que viajaron hasta acá. Sé que hay más nivel, pero por lo menos en U18 no veo que esté tan mal. En Argentina sé más o menos como estoy, pero después es difícil poque hay muchas chicas. No le presto atención a los rankings”, explica Milla Anwandter sobre su desarrollo durante esta década.

Respecto a Gangwon 2024, la experiencia será aún más disfrutable para Milla Anwandter ya que la compartirá con Jazmín Fernández, amiga que le dio el esquí y con la que lleva compartiendo años de entrenamientos. “A mí me pone re contenta porque con Jaz entrenamos desde muy chicas. Este último año nos separamos porque yo me cambié de club, pero me pone feliz porque vi como ella trabajó para esto y cómo es merecido para las dos. Ojalá que sea el comienzo de mejores cosas como poder entrar al equipo juntas”.

“Me enteré antes de ayer (28 de diciembre). Es un sueño. Cuando era chica siempre veía los Juegos Olímpicos y nunca me imaginaba llegar. Sé que es un Juego de la Juventud, pero igual. Quiero disfrutar de la experiencia porque sé que es única y, obviamente, tratar de meter buenos resultados”, añade.

Sobre lo estrictamente deportivo, admite que solo conoce la pista por imágenes, aunque no se deja amedrentar ante la inmensidad de lo desconocido. “Sé que es un piso muy duro porque hace mucho frío. Hablé con un entrenador de Eslovaquia que ha ido muchas veces y me dijo que es muy duro. Las pistas son empinadas, pero tampoco algo imposible. He esquiado en nieve artificial, pero no mucho. La diferencia se siente bastante, pero no es algo que te cueste esquiar. Es otro tipo de nieve nomás”.

Sin embargo, la chubutense sabe que los Juegos de la Juventud son un paso más, importante claro está, en el rompecabezas que es su carrera, para el cual demuestra tener grandes ambiciones. “Yo diría que Cortina está cerca, pero no lo veo nada imposible. Menos si hay más de un cupo, que no sé cómo será eso. Son dos años en los que puedo trabajar un montón. El esquí es un deporte donde podés pegar el salto así de un momento a otro y te sorprendés. No lo veo imposible al igual que Francia (2030). Yo quiero pelear por entrar a todo lo que pueda”.

Tampoco se achica ante el desafío que puede suponer ingresar a la selección nacional de mayores, donde actualmente solo Francesca Baruzzi integra la rama femenina. “A mí no me desmotiva que esté Fran sola. Al contrario, me motiva para decirme a mí misma ´tengo que entrar´. No puede haber una sola chica en el equipo, tenemos que lograr ser más. Pero sí, sé que hay muchas chicas a las que las desmotiva eso porque la ven a Fran como que está muy lejos para entrar. Yo veo que de acá a un año o capaz dos, puedo trabajar un montón para poder estar bastante cerca de Fran y estar en el equipo”, explica sobre el paso adelante que deben dar chicas como ella, la propia Jazmín Fernández y Sofía Bogny Barri.

Su cierre de temporada será similar al de Jazmín, con quien comparte gran parte del plan de entrenamientos y competencias para el cierre de la 2023/2024. “Yo voy a estar en Europa hasta principios de marzo. Del Mundial junior no me han dicho nada, pero si está la posibilidad me gustaría ir. En febrero voy a hacer carreras junior y FIS por Francia, Italia y todos los lugares que estén cerca. Todo lo que podamos hacer, lo vamos a hacer. Llego a Argentina en abril y a entrenar un montón el físico, que es re importante” , asegura Milla Anwandter.

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