El 23 de septiembre de 1970, un grupo de jugadoras conocidas posteriormente como las “Original 9” dio inicio al circuito que se convirtió en la base de la WTA. ¿Quiénes fueron las fundadoras de este importante movimiento?
Por Julián Haramboure
(@JulianFunky)
Hacia 1968 la Era Abierta comenzó con notorias diferencias económicas a favor de los hombres. En Wimbledon de ese año, el campeón masculino (Rod Laver) cobró más del doble de dinero que la campeona femenina (Billie Jean King).
A raíz de ello un grupo de nueve jugadoras, encabezado por la propia King, comenzó a trabajar un proyecto junto a Gladys Heldman, editora de la revista World Tennis. Fue Heldman quien contribuyó en la búsqueda de sponsors y de ese modo apareció la empresa de cigarrillos Virginia Slims como patrocinadora de una revolucionaria idea: por primera vez el tenis tenía un circuito exclusivamente femenino.
Lo que llevó a la toma de esta importante decisión fue la enorme desigualdad que existía en el torneo del Sudoeste del Pacífico. Luego que de los organizadores de ese certamen se negaron a reducir la brecha económica entre ambos sexos, las “Original 9” anunciaron el 23 de septiembre de 1970 en conferencia de prensa el comienzo de su propio circuito. Ese día firmaron un contrato simbólico de un dólar y posaron para una foto que quedaría en la historia.
La primera competición del mismo fue en Houston, con 7.500 dólares en premios. El proyecto, que funcionó además de boicot al campeonato del Sudoeste, no contó con el apoyo de la Asociación Estadounidense, pero ello no frenó el ímpetu de las jugadoras y de Heldman.
Pero bien, además de la doce veces campeona de Grand Slam de singles, Billie Jean King, ¿Quiénes integraron este inolvidable grupo?
Rosemary Casals, campeona del torneo inaugural del circuito. De raíces salvadoreñas, fue dos veces finalista del US Open y número tres del mundo.
Judy Tegart-Dalton, finalista en Houston, venció nada menos que a King en cuartos de final. Los mejores resultados de la carrera de la australiana fueron en dobles, en donde obtuvo ocho grand slams.
Nancy Richey, estadounidense ganadora del Abierto de Australia 1967 y de Roland Garros 1968. Fue número dos del ranking.
Peaches Bartkowicz, una de las más jóvenes del grupo, tenía 21 años por entonces. Alcanzó dos veces los cuartos de final del US Open. Subcampeona olímpica en Mexico 1968, a modo de deporte de exhibición.
Valerie Ziegenfuss, oriunda de San Diego y también de buena carrera en dobles, modalidad en la que fue campeona en Buenos Aires en 1978 junto a la francesa Françoise Dürr.
Kristy Pigeon, en ese momento de 20 años y ganadora de Wimbledon junior en 1968.
Julie Heldman, hija de la mencionada Gladys. Fue top cinco del mundo y semifinalista de tres de los cuatro torneos grandes (hizo cuartos de final en Wimbledon).
Karry Melville, junto a Judy Tegart-Dalton, esta australiana fue una de las dos no estadounidenses del grupo. Se quedó con el trofeo en el Abierto de su país en 1977.
Estas nueve jugadoras, sumado al inmenso aporte de Gladys Heldman, dieron hace 50 años las bases fundamentales de lo que luego se convertiría en la WTA. Además, construyeron los ejes para que en la actualidad el tenis sea uno de los deportes más igualitarios de todos. Su contribución es infinita.
Foto: WTA.