Luego de haber tratado el tema de la disfunción cráneo cérvico mandibular postural, ¿en qué consiste la oclusión? ¿Cuál es la importancia del la ausencia de piezas dentarias?
Anteriormente se había hablado sobre la disfunción cráneo cérvico mandibular postural. Dicho trastorno afecta a gran cantidad de personas, en su vida diaria como en el desempeño de las actividades deportivas. Esta se manifiesta por chasquidos y/o ruidos al abrir y cerrar la boca. Además de múltiples dolores en diferentes regiones del cuerpo.
Otra de las causas de este síndrome cráneo cérvico mandibular es la ausencia de piezas dentarias. Por ello, se hablará de la repercusión que dicho faltante genera.
La oclusión, o sea, el contacto de todas las piezas dentarias superiores con las inferiores en el cierre de la cavidad bucal, es fundamental en este equilibrio que se da entre la articulación de la mandíbula con la cabeza, los músculos, los ligamentos y los dientes.
Cuando faltan piezas dentarias, están en mala posición o hay restauraciones altas, los músculos de la región se van adaptando para que todos los dientes entren en contacto. De esta manera, se genera una hiperactividad muscular no sincronizada en la zona.
Distintos estudios demuestran que los cambios en la oclusión dental influiría en las propiedades biomecánicas y viscoelásticas del músculo. Todo esto cobra mayor relevancia en la práctica deportiva y, en mayor medida, si es de alto rendimiento donde los captores posturales de la articulación temporomandibular son de vital importancia para un gesto deportivo eficiente.
La alta frecuencia de perdida de piezas dentarias en la población general es importante tenerlo en cuenta no solo en base a la alteración cráneo cérvico mandibular sino también en su repercusión postural.