Argentina quedó en quinto puesto, con grandes actuaciones en patín, disciplina que le dio ocho medallas doradas a la celeste y blanca. La figura de estos Juegos Panamericanos que con fe y convicción rompió todos los pronósticos y les ganó a los estadounidenses que eran los candidatos en patín carrera.
Por Ángeles Vidal
En 1987, la sede elegida era Santiago, Chile, pero debido a la crisis que azotaba al país trasandino Guayaquil, Ecuador, era la ciudad suplente. Sin embargo, esta última se negó a llevar a cabo los Juegos Panamericanos. ODEPA debió realizar una nueva elección, en la que se postularon Indianápolis, Estados Unidos, y La Habana, Cuba. El anfitrión fue el país norteamericano, y al año siguiente sería Cuba. Argentina debía mejorar su actuación porque en la edición anterior solamente había ganado dos preseas doradas. Los atletas argentinos lograron un quinto puesto, con doce medallas doradas, catorce plateadas y veintidós de bronce, sumaron en total cuarenta y ocho.
Uno de los argentinos que tuvo una actuación espléndida fue José Luis Lozano, quien obtuvo cinco medallas de oro en patín carrera. Fue campeón en 300m, 5000m y 10.000m, en la maratón de 20km y en la carrera de relevos de 10km. Era pastor y confesó haber escuchado la voz de Dios que le dijo: “Debes correr en Indianápolis”. Luego de su gran hazaña no compitió más y se dedicó a predicar el Evangelio en su provincia natal, Neuquén. Tiempo después, Lozana le explicó al diario La Mañana Neuquén, que la clave de su éxito estuvo en correr con sus ruedas y no comprarles otras a los norteamericanos por 100 o 200 dólares como hicieron sus compañeros: “En una gran lucha interna, decidí no comprarlas porque había traído de Neuquén un bolsito con ruedas de distinta dureza, altura, espesor. Todas usadas, pero que conocía muy bien porque eran mías”.
También subieron al puesto más alto las patinadoras Roxana Sastre y Nora Miledi ya que la disciplina le dio 8 medallas de oro a Argentina. Los otros deportes en donde la celeste y blanca estuvo en lo más alto fueron: el ciclismo con Gabriel Curuchet; en remo con Pablo Bulgach como figura. En yachting en la Clase Lighting con el equipo compuesto por Guillermo Parada, Martín Costa y Juan Grande. Argentina también fue campeona panamericana en hockey sobre ruedas. Se incorporó el hockey sobre césped femenino, desde hacia veinte años sólo se disputaba la rama masculina, Argentina se consagró campeón con Las Leonas y mantendría su primer puesto en todas las ediciones.
