Para muchos deportistas, su disciplina es todo en la vida y no la cambiarían por nada en el mundo. En el caso de Candela Cejas, hay otro deporte en el que estuvo muy cerca de intregrar el plantel de una Selección Juvenil y un equipo grande del país. Actualmente es jugadora de fútbol y futsal en Platense y Sportivo Barracas respectivamante. En una charla con Argentina Amateur, habló acerca de sus inicios en la disciplina, sus pasiones, su trabajo y la familia en la que son 21 hermanos.
Por Agustín Petrillo
(@AgusPetrillo)
Candela Cejas se reparte su semana entre las practicas en Platense donde juega al Fútbol y en Sportivo Barracas, club en el que integra el equipo de Futsal. Pero de día le dedica muchas horas a su trabajo. Ella tiene otra pasión que disfruta igual o incluso más que el Fútbol: el hockey. De muy chica comenzó a jugar a este deporte sin saber nada. Poco a poco fue progresando y hasta incluso la llamaron de Las Leoncitas.
¿De donde nació tu pasión por el hockey?
A los doce años jugaba al fútbol solo con los chicos en el potrero. Una amiga de mi mamá estaba en la Fundación UASI (Unión y Amistad de San Isidro) que iba a empezar a hacer fútbol femenino y me invitaron. En una reunión con todas las chicas había que elegir entre Fútbol y Hockey y todas eligieron hockey. Empecé jugando, pero no me hallaba mucho como jugadora así que probé ir arco. Me gustó mucho y me fue muy bien. Jugué ahí siete años y ahora la Fundación pasó a ser un club.
¿Cómo fue tu etapa como jugadora?
Me habían llamado para jugar en Las Leoncitas cuando tenía 14 años, era muy chica y por miedo me baje al igual que otra compañera a la que convocaron. Después me llamó Cachito Vigil para ir a River y estuve muy cerca de firmar contrato pero tampoco me animé. Al día de hoy me arrepiento totalmente.
¿Te imaginas cómo hubiese sido tu carrera como jugadora de hockey?
Me pongo a pensar siempre en lo que hubiese sido, es algo que me va a quedar siempre, una sensación de tristeza y arrepentimiento. Me hubiese gustado vivir la experiencia. Sigo mucho a Las Leonas, me encanta y me llega a emocionar hasta más que el fútbol.
Tenés una admiración por Belén Succi, ¿De qué forma surgió?
En la Fundación trataban de sacar a la gente de las villas y yo daba una mano haciendo de profesora. Hicimos un partido para el programa “Argentinos por su Nombre” que fue a la Fundacion (UASI) para entrevistarnos y jugamos contra el CASI donde había jugadoras importantes. Empatamos y fuimos a los penales. Ahí ganamos nosotras, la arquera era Belen Succi y estaba emocionadísima. Tenerla frente a frente era una locura. Ella me regaló su camiseta de Las Leonas y fue muy lindo. Más adelante se dio que una jugadora de Platense la conocía y fue a vernos algunas veces.
¿Cómo es tu semana con tu trabajo y los entrenamientos?
Trabajo en una empresa marítima, soy cadeta administrativa, hago trámites y me enfoco a la mañana y a la tarde hago trabajos. De lunes a viernes de 9 a 18. Cuando salgo de trabajar los lunes voy directo a Platense y llego a mi casa a las 23. Los martes y jueves tengo media hora para llegar a casa y vuelvo también a las once de Barracas.
¿De qué manera está compuesta tu familia?
Somos siete hermanos de parte de mis padres biológicos, el más grande me lleva 21 años yo soy la más chica de ellos. Mi papá, con otro matrimonio, tiene 14 hijos. Mi mamá sabía que había tenido hijos con otra mujer pero él le dijo que ya se habían separado. Pero se enteró que no había sido así cuando tuvo un accidente y vio a la mujer en el hospital con los hijos, fue todo muy “de película”. De parte de mi papá soy tía abuela y tengo diez sobrinos de mis siete hermanos.
¿Tuviste alguna mala experiencia con los prejuicios que hay para con el deporte femenino?
Me pasó hace muy poco con un tramatólogo. Tengo una lesión en los meniscos que arrastro de hace bastante. Fui para ver que podía hacer en el verano ya que me dijeron que me tenía que operar. Me dio la resonancia y la primera decía que tenía una rotura y la segunda que tenía líquido, en la rodilla. Me dijo que no tenía nada y que no me iba a pasar nada. Le comenté que jugaba al fútbol y al futsal y que no tenía descanso porque entreno de lunes a viernes y juego sábado y domingo. Pero me dijo: “A un deportista profesional se le pueden romper los ligamentos pero a vos no te va a pasar nada”. Yo corro igual a lo que hace un hombre pero siendo mujer. Se me río en la cara. De la impotencia que tenía me levanté y me fui.
¿Cuáles son tus sueños?
Me hubiese gustado mucho jugar algún torneo con la Selección. Me llamaron de la Sub 20 y quedé afuera de la lista después de hacer la pretemporada. El año pasado, Julio Olarticoechea también lo hizo pero por temas de trabajo no podía. Además me convocaron para la Copa América de Futsal pero me bajaron antes de viajar.
