Daniel Orsanic, capitán y campeón del equipo de Copa Davis, se mostró muy emocionado por la conquista de la ensaladera. No obstante, sin perder la humildad y con ganas de mantenerse en la cima, dijo “hay cosas que mejorar y aprender para la serie que viene”.
Por Micaela Piserchia
(@micapiserchia)
La humildad hace al campeón. Y, lejos de huir de los flashes y de las notas, Daniel Orsanic abrió su corazón para contar al menos un poco cómo se siente hoy día después de semejante epopeya. Ser campeón de la Copa Davis por primera vez en la historia del país no es un suceso común, no obstante, sin perder la cordura, Orsanic manifestó: “Hoy siento mucho agradecimiento. Estoy muy contento por el logro, por lo que recibimos de la gente y también el mensaje que recibieron de mucho respeto y mucha armonía de todos los participantes del grupo. Nos enteramos allá que la gente se había involucrado muchísimo, pero haber vuelto al país con todo revolucionado fue muy fuerte”. La ensaladera no se mira más desde afuera, la torre humana encima de Delbonis perdurará en las retinas de los argentinos por mucho tiempo, que, emocionados, recordarán con orgullo a todos los que participaron del equipo.
La Copa Davis tiene ese magnífico desafío de combinar individualidades para hacerlas funcionar en equipo como piezas que deben encajar de manera perfecta. A lo largo de los años han pasado grandes exponentes tenísticos de nuestro país que tropezaron en la ruta hacia la ensaladera de plata, y es por eso que debe realzarse el enfoque de Orsanic para tomar las riendas de este equipo, que sin dudas dio el batacazo durante todo el torneo y la estocada final ante Croacia. “La clave fue ir con simpleza, hablar cara a cara con los jugadores y sus equipos de trabajo, las cosas en realidad son más simples que como se presentan… Antes de ser jugadores de tenis, son personas. Si uno trata con respeto al otro vuelve lo mismo y se genera una relación de trabajo importante y es por eso que podemos potenciar lo que cada uno tiene”, comentó Daniel acerca de la “fórmula” que los llevó directo a la gloria. Características y análisis que hacen a un líder sumamente positivo.
Sin tapujos ni vergüenza, el capitán de la Copa Davis dejó entrever la humildad que lo embebe. Sin esgrimir poder, sabiduría ni conocimiento, atribuyó el logro a lo que su familia le brindó durante toda su vida: “Esto en realidad se llevó a cabo por la educación que me dieron mis padres, poniendo en juego los valores que me inculcaron. Que eso se haya podido traducir en un buen grupo es una satisfacción enorme para ellos y para toda mi familia”.
Parque Sarmiento fue elegida como sede para la serie del 3 al 5 de febrero del próximo año y Orsanic ya dio su visto bueno porque “tiene mucho potencial y muy buenos accesos”. Ya pensando en defender la corona, y con ganas de seguir haciendo historia, dijo: “Cada uno está entrenando por su parte, y si bien no pensamos en el equipo, hay muchas cosas que mejorar y aprender para la serie que se viene”. Hay para más. Mucho más.
