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El renacer de Podoroska

Luego de estar complicada un par de años por lesiones, la rosarina está demostrando el enorme potencial que ya presentaba desde años anteriores.

Con una derecha intratable, un buen saque y un gran uso de dropshots, Nadia Podoroska está sorprendiendo a gran parte del mundo del tenis ya alcanzando los octavos de final en su debut en Roland Garros. Claro que, para quienes la siguen hace tiempo, queda claro que esto no es una sorpresa, sino una consecuencia de años de trabajo, de esfuerzo y de resiliencia para pelear contra las adversidades.

Corría 2011 cuando Nadia, con apenas 14 años, sumó sus primeros puntos para el ranking WTA. En esos momentos, Gisela Dulko transitaba el tramo final de su carrera. Mientras que estaba en pleno ascenso Paula Ormaechea, la principal candidata a ocupar el lugar de la tigrense. Catalina Pella y María Irigoyen también aparecían en el ranking mundial. Pero Podoroska, en plena adolescencia, prometía y mucho.

Los años siguientes fueron de gran crecimiento para la rosarina. 8 títulos ITF entre 2013 y 2016, año en el que, además, jugó su primer cuadro principal WTA (Bucarest). Pero la frutilla del postre de ese 2016 fue su aparición en el cuadro principal del US Open, tras superar a duras rivales en la qualy, como Donna Vekic (actual número 30 del mundo). A pesar de su derrota en primera ronda ante Annika Beck, el hecho de llegar a esa instancia ya era meritorio, y asomaba como la nueva referente del tenis nacional, en momentos donde Paula Ormaechea estaba lejos en el ranking, aquejada por lesiones.

El año siguiente, 2017, Nadia logró mantener su crecimiento, logrando su primera victoria WTA en Monterrey, sobre Madison Brengle. Su gran primera mitad de año le permitió escalar hasta el puesto 158 del ranking; el Top 100 parecía acercarse cada vez más. Sin embargo, empezarían los problemas físicos: una lesión en la muñeca la alejaría de las canchas hasta marzo del año siguiente. Otra vez, a remarla desde abajo.

En julio de 2018, volvió a ganar un título en Perigueux, Francia. Y en 2019 llegaría el año que serviría de envión para volver a los primeros planos. La medalla de oro en los Panamericanos 2019, que además trajo consigo la clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio, sirvieron como aliciente para que Nadia pudiera volver a desplegar su mejor tenis. Lograría 2 títulos más antes de cerrar el año, y encarar el 2020 de la mejor manera.

Podoroska arrancó este año de forma casi inmejorable: títulos consecutivos en Malibú y Guadaloupe, además de lograr, por primera vez, alcanzar las semifinales de un torneo WTA, en Newport. Esta gran seguidilla le permitió volver al Top 200. El parate por el COVID, claro, no le vino bien. Sin embargo, en la reanudación logró mantener, e incluso mejorar, el nivel que mostró en la primera parte del año. Las semifinales en el WTA 125k de Praga, y el título en Saint-Malo lo corroboran.

Y así, llegaba de gran manera a la qualy de Roland Garros, que superó con holgura, ganando sus 3 partidos en sets corridos. Y el ímpetu se mantuvo, y eso le permitió meterse entre las 16 mejores del torneo. Sin lesiones de por medio, Nadia está logrando mucho de lo que prometía años atrás, poniendo al tenis femenino argentino nuevamente en los primeros planos, y seguramente motivando a gran cantidad de jóvenes que quieren desarrollar una carrera en este deporte. A sus 23 años, la rosarina está en el mejor momento de su carrera, y, en estos momentos, no hay techo que pueda controlar su crecimiento, ni sus sueños de lograr cosas importantes, que de a poco empiezan a cumplirse.

Foto: batennis.com

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