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Diploma, retiro y leyenda

Paula Pareto, de 35 años, (-48 kilos) tuvo un retiro inolvidable a pesar de no lograr medalla, completó un gran torneo en Tokyo 2020. Sumó un diploma olímpico y aumentó así su palmarés de dos medallas olímpicas y dos diplomas para convertirse en leyenda.

La Peque completó un legado inolvidable en el país nipón, fue derrotada en el repechaje por el bronce ante la portuguesa Catarina Costa y se despidió de los Juegos Olímpicos, dando finalizada su carrera deportiva excelsa de una manera muy emotiva.

Al inicio de la competencia, Pareto logró 2 rápidas victorias (ambas por ippon) frente a la sudafricana Geronay Whitebooi y la eslovena Marusa Stangar. En cuartos de final, fue vencida por la misma vía ante la local Funa Tonaki, combate que le dejó una fuerte lesión. A pesar de este dilema, la Peque se presentó y fue por todo ante Costa, quien se impuso por Waza-Ari.

Paula, cerró la prueba en séptimo lugar y con un diploma olímpico, pergamino que ya recibió en Londres 2012. También se destacan en su carrera el oro conseguido en Río 2016 y el bronce en Beijing 2008, logrando además múltiples torneos internacionales, panamericanos y suramericanos en su carrera.

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Las palabras de la también traumatóloga post competencia fueron: «Perdón por no poder hacerlos tan felices como en Río, pero lo di todo, hasta la última gota. La tristeza que siento es también gracias a tantas alegrías, así que vale”. “La verdad es que no me veía compitiendo en estos Juegos. Pero fui fiel a mis principios de dejar todo, y ese todo no era Río. Ahora sí me tocan varias visitas médicas a la vuelta», añadió en el apogeo de su trayectoria.

Finalizó diciendo en la televisación oficial: «El cariño de la gente, más allá de la medalla, me hace muy feliz. Esta semana me sentí muy querida, apoyada por todos, no sólo como deportista, sino como persona, como argentina, como representante de todos ellos. Y no sólo de Argentina, sino de otros países. Todo eso no deja de sorprenderme para bien. Dentro del lío de emociones, encuentro muchas positivas».

En su trayectoria asimismo, fue campeona mundial en 2015, y fue muchas veces campeona nacional Juvenil y Mayor, sumó el reconocimiento que le llegó incluso previo a la competencia, de todo el universo olímpico, cuando fue elegida como representante de América para portar la Bandera Olímpica durante la Ceremonia de Apertura, por lo hecho dentro y fuera del tatami y, particularmente, por su rol de médica en tiempos de pandemia.

Foto: Martín Waichmann

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