Ser madre y deportista no es algo sencillo. Por el prejuicio, por la obligación social de ser la responsable de ese niño o niña que trajiste al mundo, pero, sobre todo, porque de por sí ser deportista mujer a veces puede ser mal visto. Aquí, el relato de mujeres deportistas que han logrado hilvanar ambos mundos.
Rocío Berbel, patín carrera (Federico Bruno Curti)
“Amo ser una mamá deportista porque creo firmemente que le estoy enseñando a mi hija a luchar”.
Foto:Noti Amateur
“Ser mamá es, para mí, la medalla de oro más grande que gané en la vida. Con tan solo 9 meses, Emma es mi compañera incondicional y mi fan número 1. Amo ser una mamá deportista porque creo firmemente que le estoy enseñando a mi hija a luchar, a esforzarse, a perseguir sus sueños, a actuar con convicción. Quiero ser un ejemplo de perseverancia y resiliencia para ella, sin importar lo que elija hacer en la vida”.
“Hijo: mamá vuelve a casa con la medalla que te prometió”
Belén Succi luego de obtener la presea plateada en Tokyo 2020
Josefina de Rossi, entrenadora de gimnasia rítmica (Ángeles Vidal)
“Cuando Felicia tenía 30 días de vida, comencé con las competencias y viajé con el equipo al Sudamericano”.
Crédito: Talento Sports
“Ser mamá en el alto rendimiento requiere un gran sacrificio y mucho apoyo familiar. Es un trabajo en equipo. Felicia nació y cuando tenía 30 días de vida comencé de nuevo con las competencias y viajé con el equipo al Sudamericano. Sin mi familia y la tranquilidad que me brindaron, no sé si lo hubiese podido hacer. A partir de su nacimiento pasó a ser parte del equipo”.
Vanesa Rinke, bowling
“Tuve muchos momentos en donde pensé que no eran compatibles la maternidad y seguir compitiendo”.
Foto: Enard
“Me tocó ser mamá muy joven, en pleno auge de mi entrenamiento deportivo después de mi primer Campeonato Nacional. Tuve muchos momentos en donde pensé que no eran compatibles la maternidad y seguir compitiendo al nivel que a mí me gustaba y, encima, con un deporte del que no podés vivir, sino que generas gastos. Mis hijos, Fede y Agos, crecieron viendo una mamá que siempre amó el deporte en general, que siempre consideró que es fundamental practicar alguno. Acompañaron a su mamá en sus competencias, sus viajes, sus horas de entrenamiento. Siempre pensé que era fundamental que una mujer siguiera siendo mujer después de ser mamá, y lo sigo pensando, cuanto más una pueda sostener, mantener y disfrutar de cada uno de los roles de su vida creo que mejor puede desenvolverse en ellos”.
Daniela Mansilla, sóftbol (Diego Bianco)
“Mi hija me gritaba: ‘mamá quiero ir al baño’”.
Contó entre risas la jugadora.
“No solía llevar a mi hija a la cancha cuando tenía partidos ya que sabía que no iba a poder atenderla o me iba a distraer. Pero cuando no conseguía quién me la cuidara en casa, la llevaba conmigo. Y siempre pasaba lo mismo: en pleno partido, cuando estaba bateando o en la defensa, mi hija me gritaba: ‘mamá quiero ir al baño’, (Risas). Por suerte, siempre había una mamá en la tribuna o mis compañeras que me ayudaban con ella. Pero sin duda, la mejor anécdota que tengo con mi hija es cuando fui su coach. Enseñé softbol en un club en Colonia Avellaneda, a las afueras de Paraná. El club era nuevo y me pidieron que fuera la profe de pre-infantiles e infantiles. Obviamente mi hija fue mi alumna también y esos momentos compartidos en la cancha y verla jugar de una manera tan natural a sus 9 años me llenó de orgullo”.
Antonella González, básquet (Sol D’Amato)
“Ser mamá y deportista es lo más hermoso que me puede pasar”.
Foto: Prensa Rocamora
“La verdad que para mí es un desafío constante. Ir y venir con ella, dejarla en un lado o en otro cada vez que voy a entrenar… a veces va conmigo a la cancha porque no me dan los tiempos. Ser mamá y deportista es lo más hermoso que me puede pasar, hoy en día disfruto muchísimo más el básquet, lo veo desde otro lugar. Y que ella me acompañe para mí es la gloria. Prepararnos para ir a la cancha juntas es hermoso. Lo disfruto al máximo”.
Daiana Ocampo, atletismo (Agustín Vergari)
Luego de sufrir una pubalgia, Ocampo decidió ser madre por primera vez. En el 2016, Amparo llegó a su vida, no solo para cambiarle el día a día, sino que también para darle un plus desde lo deportivo. Dos meses después de la cesárea, Daiana intentó volver a correr, pero las dolencias en su rodilla no le permitían entrenarse con normalidad. No obstante, junto al apoyo de toda su familia, logró reponerse y transformarse en una de las maratonistas más importantes de nuestro país en la actualidad. En el 2019, se quedó con la media maratón de Asunción con un tiempo de 1h13m26s. Ese mismo año, obtuvo el quinto puesto en la maratón de Buenos Aires. El 12 de octubre del 2021, se quedó con el puesto 12 de la maratón de Chicago, lo que le permitió ser la mejor latinoamericana.
Belén Succi – hockey (Nicolás Moauro)
“Hijo: mamá vuelve casa con la medalla que te prometió“, expresó Belén Succi, tras adquirir la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020. En un proceso complejo debido a la pandemia, la arquera adaptó todos sus tiempos para entrenar, trabajar y acompañar a su hijo con su educación primaria a través de la virtualidad. Con la familia como soporte, cuando el amor de una madre y su hijo son tan fuertes, no existen distancias o viajes que los puedan separar. “Desde que fue creciendo, aprendí a jugar Roblox y juegos virtuales. Le hago videollamadas, jugamos o me deja el celular frente a la pantalla del FIFA y me quedó mirando goles”, recordó Belén.
Betina Buris, tenis (Julián Haramboure)
“Por más que en la vida te pasen cosas que te lleven a parar, el tenis va a esperar“.
Foto: AAT
Betina Buris, actual número siete del ranking AAT, en un pequeño parate, quedó embaraza y eso le cambió la vida. Luego de dejar la actividad un tiempo, a los 19 años volvió a jugar y también da clases. Combinar la maternidad con los entrenamientos es un importante desafío para ella: “Al principio sentí que no era compatible. Las jugadoras entrenan doble turno todos los días, yo no tengo esa posibilidad. Las dos o tres veces por semana que entreno trato de dar todo. Es una situación compleja”. En la actualidad, tanto su vida como la de su hijo están relacionadas con el tenis, ambos juegan en el club Independiente. “El tenis te va a esperar, siempres va a estar ahí, seas mujer u hombre, por más que en la vida te pasen cosas que te lleven a parar, el tenis va a estar siempre”, reflexionó Buris.
Yael Castiglione, vóley (Joel Katz)
“Cuando llego a casa no me siento cansada para estar con ellos, me dan una energía diferente”.
Foto: Instagram
En 2017, Yael Castiglione decidió retirarse del vóley profesional. Así, se casó con Marcus Eloe, ex voleibolista brasileño, y un año después, nacieron sus hijos mellizos, Emma y Tiago. Pero tres años después, Yael volvió a jugar en el Pinheiros de Brasil, donde reside actualmente. “Haber sido madre me ayudó muchísimo a mejorar mi rendimiento, porque le sacó estrés a situaciones en las que no era necesario tenerlo y me permitió tener el foco durante más tiempo Cuando llego a casa no me siento cansada para estar con ellos, me dan una energía diferente”.
A ellas, a todas las deportistas y entrenadoras que entienden que ambos mundos pueden ir de la mano, a las que no se cansan aún cansadas….
¡FELIZ DÍA DE LA MADRE! Y gracias…
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Imagen destacada: Martín Waichman para AAD