En el estadio Nacional de Tokio, con discreción y mucha seriedad, se realizó la cuenta regresiva a un año de los postergados Juegos Olímpicos.
Un escenario vacío. Una linterna como símbolo de la llama olímpica. Una nadadora como principal exponente del deporte nipón. Tres emblemas que transitaron por el Estadio Nacional de Tokio totalmente vacío, pero con la misma emoción y seriedad que caracteriza al país asiático cuando a ceremonias se refiere.
La nadadora de la que se habla es la japonesa Rikako Ikee, quien cortejó la linterna que contenía la llama olímpica. Un símbolo que, a pesar de la pandemia, sigue brillando y esperando con gran ímpetu los Juegos Olímpicos.
A un año de la Ceremonia de Apertura, el presidente de Tokio 2020, Mori Yoshiro, expresó: “No puedo imaginar cómo se han sentido los atletas, que tomarán el centro de este escenario, con el primer aplazamiento de la historia de los Juegos”.
A su vez, el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, remarcó que “con sólo un año para los Juegos, nos espera una tarea gigantesca. Estamos trabajando para optimizar las operaciones y servicios, sin tocar los deportes y atletas. En este camino podemos, junto con el Comité Organizador, convertir estos aplazados Juegos de Tokio en una celebración de la unidad y solidaridad del ser humano sin precedentes, haciendo de ellos un símbolo de resiliencia y esperanza”.
Foto: Shugo Takemi.
