Ana Gallay y Georgina Klug se consagraron campeonas de la etapa final en un Parque Sarmiento repleto para la ocasión. Las argentinas superaron en casi una hora de juego a las brasileñas Maia-Patricia por 22-20 y 21-19. Si bien el triunfo no las clasificó directamente a Río 2016, sirvió como puntapié para ilusionarse con una participación olímpica.
Por Micaela Piserchia y Fernando Torok
Las Guerreras le pusieron un broche de oro a la temporada 2014-2015 este domingo. Después de ser campeonas panamericanas en Toronto, y anteriormente haber tenido buenas actuaciones tanto en el plano nacional como internacional, Ana Gallay y Georgina Klug se quedaron con la etapa final del Circuito Sudamericano en el Parque Sarmiento.
Después de vencer a Uruguay el sábado, la definición les colocó enfrente a las brasileñas Elize Maia y Ana Patricia. El partido fue electrizante de principio a fin en un escenario que, a pesar de un clima que no daba certezas, estaba abarrotado.
El primer parcial fue parejísimo. Estuvieron remate a remate cambiando de liderazgo y manteniendo las chances para ambas parejas. La primera en tener la oportunidad fue la carioca, pero el gran juego nacional se potenció a través de los estallidos del público local. El excelente trabajo de Klug en la recepción ayudó para evitar la caída mientras que Gallay fue contundente cerca de la red para hundirla en dos oportunidades al hilo. Así el primer gran grito de la jornada fue tras el 22-20.
El segundo set mostró la característica rivalidad deportiva entre Argentina y Brasil. Fue un partido de rachas, donde ninguno de los dos dúos se permitió ofrecer ningún hueco y hubo que trabajar duro para sumar los puntos. Nuevamente la Verdeamarelha fue el equipo que más veces estuvo al frente, pero la Albiceleste logró responder con las defensas de Klug en el fondo y Gallay cerca de la red.
Un momento clave del partido fue justamente cerca del final. Hubo un remate brasileño que tapó Gallay y la pelota picó en territorio ajeno. Si bien el mismo marcaba el empate en 17, el juez de silla cobró que Ana había cruzado la red con su brazo por lo que el tanto no era válido. Más allá que en la cancha pareció una decisión errada, esto hizo aparecer nuevamente al público, que alentó sin cesar a las argentinas. De aquí tomaron fuerzas, se potenciaron y cerraron la historia con un 21-19.
Después del último punto hubo tiempo para todo. Las chicas dieron la vuelta olímpica, bailaron al ritmo de la música, agradecieron a la gente por su presencia y festejaron con una inescondible alegría. Con altura dentro de la cancha y, a la vez, humildad fuera de ella, las argentinas cerraron un excelentísimo torneo que las acerca a Río 2016. Ahora vendrá el circuito mundial, pero irán confiadas porque hay material para ilusionarse con una clasificación olímpica.
