El esquiador participará en los Juegos Olímpicos de Invierno de la Juventud que comenzarán el 19 de enero y finalizarán el 1 de febrero.
Por: Facundo Osa
Justo Estévez podría ser considerado el último eslabón de los representantes argentinos de esquí de fondo que representarán al país en los Juegos Olímpicos de Invierno de la Juventud. Su recorrido, a diferencia de la mayoría de sus compañeros, fue totalmente inusual. En sus inicios se dedicó al montañismo en el Club Andino de Bariloche, donde un día se realizó una detección de talentos para que se pasaran a los esquíes. Justo, motivado por una amiga que ya practicaba la disciplina, se animó al desafío y en 2018 comenzó su andar.
“Es un deporte específico para mí porque soy alguien que le gusta estar haciendo algo todo el tiempo. Y justo el esquí de fondo es un deporte en el que si no estás bien entrenado, no rendís. Me dio la posibilidad de mantenerme entrenando todo el año y me gustó”, recuerda sobre sus primeros pasos.
Sin embargo, no todo fue color de rosas. Entre todas las experiencias que el deporte le dio, una que lo marcó a fuego fue su primer viaje al exterior. “La primera vez que viajé fue a Estados Unidos de intercambio con una escuela que tiene esquí de fondo como deporte extracurricular. Corrimos unas carreritas para ver cómo era todo y chicos a los que le sacaba una cabeza tenían un nivel diferente al nuestro. Te ganaban y te sacaban 40 metros en una recta. Ahí es cuando empezás a darte cuenta que manejan otro nivel. Después de las primeras carreras en Europa, ponele en una Copa Continental, que fue la primera en donde competí, obviamente quedé último en la tabla. Ahí pensé ´acá estamos con los que realmente saben y queda mucho trabajo todavía´”.
“Yo siempre me lo tomé muy tranqui el tema de los resultados. Al principio me jodía porque decía ´entreno un montón y me va mal´, pero después me di cuenta que no lo vale porque siempre va a haber alguien que sea mejor que vos en lo que sea. La cabeza no fue algo que me jugara en contra”, añadía Justo Estévez sobre cómo esos viajes moldearon su mentalidad de cara al futuro.
A diferencia de la mayoría de los atletas, Justo Estévez supo con mucha antelación que iba a estar en los Juegos Olímpicos de la Juventud de Invierno. “De mi categoría estoy solo yo en esquí de fondo. Cuando dijeron que teníamos la posibilidad de ir a los Juegos Olímpicos, sabía que era yo o yo. No fue una sorpresa la clasificación, pero cuando se confirmó que iba a ir mi mamá se volvió a emocionar a pesar de que ya sabía que iba a ir”.
Esto permitió anticipar la planificación de su entrenamiento y adaptarla a las exigencias de los Juegos. “Mi preparación fue cambiando. No hice muchas comparativas con las planificaciones de años anteriores, pero por lo que me fueron diciendo se aumenta la cantidad de horas de entrenamiento por año. Yo hace dos años entrenaba 100 horas menos que lo que entrené este año”.
En términos de expectativas, Justo es consciente de la dualidad de lo que vivirá en Corea del Sur. “Gangwon 2024 va a ser duro. En una tabla de toda la gente, vamos a estar de la mitad para abajo. Expectativas medias tengo. Yo me siento más cómodo en distancia. Tengo muchos problemas con la explosión. Me descoordino mucho y pierdo mucho tiempo, además de que no puedo hacer los movimientos rápidos”.
En contraposición, sus expectativas para la experiencia olímpica integral están por los cielos. “Creo que va a ser una locura. Va a ser mucha gente y muy copada la mayoría. Encima, hace poco estuvimos en un campo de entrenamiento con muchos pibes que van a ir y la pasé muy bien con ellos. Me hice amigo de algunos y me dijeron que iban a ir, así que supe que va a ser más divertido de lo que parecía que iba a ser”.
Una vez finalizada su participación en tierras orientales, a la semana siguiente representará a Argentina en el Mundial junior de Esquí de Fondo en Planica, Eslovenia, para luego retornar al país y empezar a preparar la temporada de invierno del hemisferio sur. “A nivel personal es una desventaja porque estoy en una escuela técnica y se me complica mantener el equilibrio entre estudio y deporte, pero creo que hacer doble temporada todo el tiempo es muy bueno. Si pudiese entrenar todo el tiempo doble temporada sin perjudicarme en el colegio o en algún trabajo, sería un golazo”, reflexiona Justo Estévez.
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