Las dirigidas por Agustín Corradini vencieron 4-2 a Holanda y se quedaron con el título en la Copa del Mundo Junior en Santiago de Chile. Las argentinas sumaron su segunda corona en la historia y quebraron una racha de 23 años sin poder estar en lo más alto del podio.
Las Leoncitas se lo merecían y finalmente lo lograron. Las chicas argentinas se consagraron campeonas del mundo en la categoría junior luego de quedarse con el certamen en Santiago de Chile en la tarde-noche de este domingo. Las dirigidas por Agustín Corradini se proclamaron ganadoras del certamen tras vencer en la final a la siempre dura Holanda por 4-2.
Más allá de lo hecho en las anteriores cinco presentaciones por el torneo, Las Leoncitas merecían cerrar con el broche de oro ese merecido final feliz. Enfrente estaban unas rivales que no les iban a perdonar una chance, por lo que ser inteligentes y certeras eran las claves para que las dirigidas por Corradini logren el objetivo.
Por eso el juego tardó un tiempo en tomar ritmo. Ambos equipos fueron pacientes para empezar a lanzarse al ataque porque eran conscientes del poderío rival. El primer elenco en lograr el quiebre fue el holandés. El europeo abrió el marcador a los 19’ PT a partir de una chance concretada por Imme Van der Hoek.
Pero el golpe no sólo que no caló hondo en Argentina, sino que también potenció la actitud Albiceleste. Consciente de que defender la diferencia ya no iba a servir, el elenco argentino salió con todo al ataque y se encontró con chances para marcar. Después de varios intentos, Bianca Donati logró la igualdad a los 27’ PT, mientras que unas acciones antes de culminar la primera mitad Argentina pasó al frente luego de que Bárbara Borgia aproveche un rebote tras córner corto con remate de Donati.
Si bien la ventaja mínima descanso daba tranquilidad a Argentina, se sabía que Holanda iba a salir con todo al complemento para lograr la igualdad rápidamente. Esto le dio espacios al combinado nacional, que estiró la diferencia luego de que Paula Ortiz aproveche para el 3-1.
Holanda puso todo lo ofensivo posible en cancha y a veinte minutos del cierre puso en duda a Argentina con un grito de Pien Sanders, quien aprovechó un rebote. Sin embargo, el equipo nacional no perdió su orden, su idea de juego, generó chances a partir de la posesión de bocha y sobre el final consiguió un penal que Agustina Gorzelany cambió por gol para el 4-1 definitivo.
Con esta consagración, Argentina deja atrás dos malas rachas. La primera de ellas es el volver a estar en lo más alto del podio tras 23 años. Por otro lado, el cortar la seguidilla de derrotas en definiciones frente a Holanda, que se había consagrado en Boston 2009 y Monchengladbach 2013.
En lo que refirió a la conquista, Argentina cerró su paso por el torneo con 26 goles a favor y tan sólo seis cedidos en contra. En tanto María José Granatto fue la MVP (Jugadora Más Valiosa) del certamen por su constante desequilibrio, vital para la obtención nacional.
