Por Fernando Torok
Es difícil definir con una palabra el año del hockey argentino. Sin duda alguna, el 18 de agosto del 2016 se registró el día más importante para la historia del deporte en el país. Los Leones remontaron un golpe tempranero de Bélgica para acabar imponiéndose 4-2 y conseguir ser campeones olímpicos por primera vez. El logro no sólo marcó la primera medalla dorada masculina, sino también la única ocasión en la que Argentina estuvo en lo más alto del podio entre los dos sexos.
En el camino Argentina sufrió y disfrutó mucho. Una igualdad por 3-3 en el debut frente a Holanda encendió la ilusión. Pero los golpes por parte de India (1-2) y, el bicampeón olímpico, Alemania (que igualó 4-4 en la última jugada del partido) pusieron en jaque la aspiración nacional de superar la fase de grupos. Sin embargo, el desahogo llegó en un arduo partido frente a Irlanda, en el que el equipo de Retegui se impuso por 3-2.
Para llegar a la mencionada final, Argentina mostró un claro dominio en cuartos y semis. En primera instancia venció por 2-1 a España, mientras que después se sacó la bronca con un inolvidable 5-2 sobre Alemania, liderado por el hat-trick de Gonzalo Peillat, para meterse en la definición.
A la par de este año inolvidable para los chicos, Las Leonas tuvieron un momento olvidable en tierras brasileñas. Las dirigidas por Minadeo registraron derrotas en la fase de grupos frente a los rivales fuertes (Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia). Sin embargo, las victorias sobre Japón e India permitieron el pasaje a cuartos en la última ubicación clasificatoria del Grupo B. Así el rival de octavos fue Holanda, que no perdonó con un 3-2 para dejar a las chicas afuera de un podio olímpico por primera vez después de decir presente en cuatro ediciones.
Sin duda alguna, la caída de Las Leonas fue un golpe inesperado para todos. Las chicas venían de ser campeonas del Champions Trophy de Londres en junio, lo que las hizo las máximas acreedoras del certamen con siete conquistas. Pero lo sucedido a nivel olímpico tapó lo hecho en el viejo continente, dejando como saldo una clara decisión de recambio para el 2017. Noel Barrionuevo, una de las jugadoras más ganadoras, lideró un listado de cinco descartadas para iniciar los trabajos en el 2017.
Ésta salida de Barrionuevo es para empezar a pensar en el desafío que supondrá la clasificación y, luego, posible participación en Tokio 2020. Minadeo decidió apostar al cambio luego que Las Leoncitas tuvieron un año brillante, siendo campeonas indiscutidas tanto del Panamericano en marzo como del Mundial de Chile a comienzos de diciembre. Más allá de algunas jugadoras que ya estaban en Las Leonas como Majo Granatto, Bárbara Dichiara y Julieta Jankunas lideran un listado de jugadoras prometedoras con menos de 21 años. En el medio del camino estará el Mundial 2018, pero la apuesta nacional es a largo plazo.
Retegui no cambiará tanto las fichas para comenzar el 2017, pero tendrá en cuenta lo hecho por Los Leoncitos en India. Al igual que los juniors, los hombres fueron campeones panamericanos y luego consiguieron un sólido quinto puesto que incluyó perder por penales en cuartos con, justamente, Bélgica. Así se empieza a notar que los hombres también pertenecen a la élite mundial y que no sólo consiguieron un excelente resultado por una buena olimpiada (ciclo de cuatro años entre un Juego Olímpico y otro).
Todo esto nos devuelve a la pregunta inicial: ¿cómo calificar el 2016 con una palabra? La misma es “exitoso”. Argentina demostró que tanto en hombres como mujeres se mantiene entre los mejores países del mundo y que en ambos sexos consiguió resultados sumamente positivos (el Champions Trophy de Las Leonas no puede pasar por alto). Sin embargo, lo que lo define como exitoso es la proyección. Tanto mujeres como varones seguirán trabajando con distintos puntos de partida, pero con una proyección que invita a soñar con dos consagraciones olímpicas en 2020.
