A pesar de caer ante Brasil, La Garra redondeó una gran semana en el Sur-Centro de Buenos Aires
Semana más que positivo para La Garra, el seleccionado femenino de handball. Es cierto, el cierre fue amargo, con la derrota 26-19 ante Brasil, que se quedó con el título en el Sur-Centro. Pero el combinado nacional tiene varias razones para irse con la cabeza en alto.
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En primer lugar, las dirigidas por Dady Gallardo clasificaron nuevamente a un Mundial. Será su decimosegunda participación, y decimoprimera consecutiva. Jugar un Mundial se volvió ya una costumbre para Argentina, y eso es algo a destacar.
En segundo lugar, volvió a marcar diferencias con el resto de los equipos de la región. Si bien Paraguay, Chile e incluso Uruguay vienen en crecimiento, también lo viene haciendo La Garra, y eso quedó demostrado esta semana. Argentina está bien consolidada como la segunda selección más fuerte de Sudamérica.
Además, demostró que le puede jugar de igual a igual a Brasil, un equipo fuerte a nivel mundial, incluso. Es cierto, tuvo distracciones que le costaron caro, y no pudo mantener el nivel todo el partido, pero los primeros 20 minutos del duelo final fueron muy buenos, y a eso deberá aferrarse Gallardo para el futuro.
Otra arista muy importante fue el haber vuelto a ser locales. Hacía 5 años que La Garra no jugaba un torneo internacional en casa. Y además, esta vez fue especial, porque inauguraron La Casa del Handball Argentino, el nuevo estadio destinado exclusivamente a la disciplina, que estuvo repleto todas las jornadas. Un mimo para las jugadoras que tienen que jugar, casi siempre, con poca hinchada, en el resto del mundo.
Por último, lógicamente, el nivel individual de las jugadores. Marisol Carratú siempre firme en el arco, y una Ayelén Rosalez que se afianza como alternativa, con alto porcentaje de atajadas. Una Elke Karsten que la rompe toda, y se afianza como una jugadora de nivel mundial. Rocío Campigli y Giuliana Gavilán jugando a un gran nivel en el pivot. Antonela Mena, Manuela Pizzo, Macarena Sans, con la experiencia a cuestas. El gran regreso de Joana Bolling, tras más de un año afuera por una rotura de ligamentos. La gran aparición de Sofía Rivadeneira, que debió reemplazar a la lesionada Luciana Mendoza, y a pesar de sus cortos 19 años, lo hizo de muy buena manera.
El resto del plantel, por supuesto, también estuvo enmarcado en el mismo gran nivel: Micaela Casasola, Ayelén García, Lucía Dalle Crode, Rosario Urban, Macarena Gandulfo, y Delfina Ojea, que poco pudo jugar, pero es uno de los grandes proyectos del seleccionado nacional.
Así, se cerró una semana más que positiva para La Garra, que dirá presente en un nuevo Mundial. Otra vez, como siempre en los últimos años, con la gran ilusión de seguir haciendo historia.
Fotos: CAH
