El día que España rompió todo límite de ética y moral
En el 2000, España realizó la mayor vergüenza de la historia del deporte, donde cruzó todo tipo de límite ético y moral.
En los últimos días, Argentina estuvo en la mirada del mundo por la reacción de los jugadores del seleccionado de fútbol ante Países Bajos, en lo que fue la clasificación a la semifinal. Sin embargo, hubo un momento donde esos mismos países que criticaron a la Argentina, también tuvieron grandes papelones en su historia. Sin dudas que el punto más alto se dio en Sidney 2000, con la selección de básquet de España.
A comienzos de siglo, Sidney fue designada como sede para los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. La Federación Española de Deportes con Discapacidad Intelectual inscribió en sus filas a 10 jugadores que ¡no tenían discapacidad intelectual! Sin embargo, el fraude casi no sale a la luz, hasta que un periodista español realizó la denuncia correspondiente. Lo curioso, es que él también había jugado para el equipo.
Lógicamente, España ganó todos su partidos de la fase de grupos, con amplia diferencia con respecto al resto de sus competidores. En semifinales debió medirse con Polonia, donde venció por 97-67. Luego, en la final, la delegación española ganó la final con amplia diferencia a Rusia, por 87-63. De esta forma, España se colgó la medalla de oro, que tiempo después fue quitada.
Las sanciones del Comité Olímpico Internacional no fueron para nada duras. Solamente le quitaron la medalla dorada a España. Luego, la Federación Española de Deportes con Discapacidad Intelectual multó a aquellos jugadores que participaron de la selección. Pero no hubo nada más: ni descalificación, suspensión, ni ningún otro tipo de sanción que le pudiera caer al país por semejante acto bochornoso.
