La cantante pop se ofreció a pagar la multa impuesta por la IHF al equipo de beach handball femenino de Noruega, que salió a jugar con shorts para no ser sexualizado.
En los tiempos que corren y con el feminismo en auge, los equipos femeninos rompen las reglas y buscan combatir los prejuicios machistas. Uno de ellos es sobre la ropa.
La polémica giró en torno a la decisión del equipo de beach handball noruego de jugar en shorts y no en los tradicionales “bombachones” (que también fueron epicentro de críticas en los Juegos de Buenos Aires 2018). Ante esta situación, la Federación Europea de Handball decidió multarlas “por no llevar el uniforme reglamentario”.
Las reglas de la IHF establecen que “las atletas deben usar bikini” que deben tener “un ajuste ceñido”, estar “cortadas en ángulo hacia la parte superior de la pierna” y tener un ancho lateral no mayor de 10 centímetros.
Por eso, la reconocida cantante tuiteó:
La Federación Noruega de Handball se mostró predispuesta a pagar la multa y argumentó que “Estamos muy orgullosos de estas chicas que durante el torneo alzaron la voz y dijeron que ¡ya es suficiente!”.