Olimpicado, días 5 y 6
De acróbata de circo a campeona olímpica; otro país muy poco poblado que se lleva su primera medalla; una figura viviente de la equitación que hizo historia. Esto y más noticias en torno a Tokyo 2020, en esta nota
Del circo al podio olímpico, sin escalas
La pesista canadiense Maude Charron sumó estos días una nueva medalla dorada para su país, al consagrarse campeona en la categoría -64k. Charron, de 28 años, no solo fue noticia por su título olímpico, sino por su pasado; entre los 17 y los 19 años, estuvo entrenando estudiando a tiempo completo en la Escuela de Circo de Québec, para ser una acróbata. De hecho, llegó a realizar algunas presentaciones como tal.
Sin embargo, luego de varias lesiones, decidió dejar el circo, y empezó a estudiar administración de empresas. Al mismo tiempo, en enero de 2013, empezó a practicar CrossFit, lo que terminaría derivando en su dedicación al levantamiento de pesas. 8 año después, tocó el cielo con las manos al consagrarse campeona olímpica.
La medalla menos festejada
No, no tiene que ver con que el logro no haya sido importante. Tiene que ver con que la tiradora Alessandra Perrilli logró la medalla de bronce en la especialidad de fosa, para darle la primera medalla de su historia a San Marino, que tiene apenas 34.000 habitantes. De esta manera, se volvió el país menos habitado en lograr una medalla en la historia, superando a Bermudas, que hace unos días había logrado el oro de la mano de Flora Duffy en el triatlón.
Este pequeño país europeo tuvo que esperar hasta su participación número 15 en un Juego Olímpico para subirse al podio por primera vez. Perrilli ya había logrado la mejor actuación olímpica de un deportista sanmarinense en Londres 2012, cuando fue cuarta perdiendo el desempate por el bronce. 9 años después, se tomó revancha, y pudo subirse al podio.
Historia viva de Alemania
Este pasado miércoles, la jinete alemana Isabell Werth, a sus 52 años, logró la medalla de plata en la prueba individual de doma, en equitación. Un día antes, junto a sus compatriotas Jessica von Bredow-Werndl y Dorothee Schneider, había logrado la medalla de oro en la prueba por equipos. Estas dos medallas significaron un hito para Werth: se convirtió en la máxima medallista olímpica de la historia de Alemania, con 12 preseas, igualando a la mítica palista Birgit Fischer.
Los de Tokyo 2020 son los sextos Juegos Olímpicos para Werth, que hizo su debut en Barcelona 1992. Desde entonces, logró 7 medallas de oro y 5 de plata, entre las competencias individuales y por equipos. Tal magnitud de logros, por supuesto, no limita su nivel de histórica solo al deporte alemán: está 16° en la tabla de máximos medallistas olímpicos de la historia y, además, se convirtió en la apenas tercera deportista (segunda mujer) en lograr medallas de oro en 6 ediciones distintas. Sin dudas, a esta altura, una figura mítica del deporte a nivel mundial.
Un equipo de “cantantes”
El pasado miércoles, el seleccionado argentino de hockey masculino, los Leones, se llevaron un disgusto al caer 1-3 ante India, rival que también les había ganado en la edición pasada de los Juegos, donde Argentina se llevó el oro. Sin embargo, más allá del nivel del rival, hubo algo más que llamó la atención en el equipo indio: de los 16 jugadores del plantel, ¡9 tienen el apellido Singh!
Si bien esto puede parecer curioso, esto es más que normal en India: más de 36 millones de habitantes de aquel país lo poseen, lo que se traduce en una de cada 35 personas nacidas en ese país. Este apellido es utilizado por aquellas personas que pertenecen a la religión sij, una de las cuatro religiones de origen indio; Singh significa “león” en el idioma hindi. La razón por la que eligen este apellido es como rechazo al sistema de castas, surgido hace cientos de años y que aun está vigente en India. Es decir, que más allá del humor, hay una importante razón detrás de la utilización del apellido Singh.
El prodigio local
Hace unos días, en la clasificación de la gimnasia artísticas masculina, el histórico Kohei Uchimura no logró clasificar a la final de barras asimétricas, único aparato en el que compitió en sus últimos Juegos Olímpicos. Un cierre poco esperado para quien fuera 7 veces medallista olímpico, incluyendo dos medallas dorada en el all around, en Londres 2012 y Rio 2016. Sin embargo, su figura fue bien reemplazada: en la competencia completa, se consagró campeón Daiki Hashimoto, otro gimnasta local.
En la final, Hashimoto logró un puntaje de 88.465, superando al chino Ruoteng Xiao y al ruso Nikita Nagornyy, vigente campeón mundial. Lo del japonés fue destacable, no solo por tomar la posta que le dejó su compatriota, sino porque se convirtió en el campeón olímpico más joven de la historia en la gimnasia artística masculina, con 19 años (cumple 20 el 7 de agosto). Dos días antes, había logrado también la medalla de plata en la competencia por equipos, y tendrá la final de barra fija el próximo martes. ¿Nace una nueva estrella de la gimnasia?
Una figura del atletismo, afuera por COVID
Este pasado miércoles, se conoció la triste noticia de que Germán Chiaraviglio no podrá competir en Tokyo 2020 por haber dado positivo de COVID. El virus ya ha dejado ha muchos atletas fuera de competencia, y en algunos casos, incluso ha bajado a candidatos a medalla. Este es el caso de Sam Kendricks, el garrochista estadounidense, que no podrá estar en los Juegos.
Kendricks, doble campeón mundial y bronce en Rio 2016, sufrió una situación similar a la de Chiaraviglio, ya que dio positivo estando ya en Tokyo. Como lo indica el protocolo, fue trasladado a un hotel para realizar el aislamiento correspondiente. Además, como consecuencia, algunos atletas australianos tuvieron que aislarse preventivamente, tras haber interactuado con Kendricks. Sin embargo, luego de dar negativo en sus testeos, se les permitió volver a sus actividades.
Foto: Chris Graythen