Gastón Mouriño, pivote de Los Gladiadores, hizo un balance de su temporada, en diálogo con AAD. Su experiencia en el handball ruso, cómo fue vivir el conflicto bélico desde adentro, el nuevo ciclo de la Selección Argentina y más.
Por: Joel Katz
Salir de la zona de confort para crecer en todos los aspectos. Esto es lo que eligen muchísimos deportistas, y es lo que hizo Gastón Mouriño cuando eligió sumarse al CSKA de Moscú de Rusia. El pivote de Los Gladiadores nunca imaginó todo lo que debería vivir en los últimos meses, pero aún así, la experiencia le sirvió, y mucho.
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“El balance fue deportivamente positivo, a pesar de todo lo que pasó. Fue un paso adelante para mí en mi carrera, fue un desafío y me animé. Es una liga totalmente distinta, a la que no estamos acostumbrados, pero son las que te hacen crecer“, es el primer análisis que hace Gastón de su temporada. Todo eso, a pesar de las dificultades para adaptarse. “Lo que es la sociedad era complicado, el idioma es difícil, la gente no habla inglés ni maneja otro idioma“. Aún así, repite Gastón, el balance fue positivo.
¿En qué se diferencia la liga rusa de la española? “La principal diferencia es en el aspecto físico. Se corre mucho, hay jugadores muy pesados. En lo táctico, el nivel de España es bastante más alto“, explica Mouriño. Y justamente, teniendo eso en cuenta, el pivote considera que creció mucho en el aspecto físico. “Fue un salto de calidad grande. Jugar en las 2 áreas, correr, tener el ida y vuelta, es algo a lo que no estaba muy acostumbrado. Hoy en día es algo que me gusta, que me hace un jugador completo“.
Claro, no fue una temporada más para el deporte en Rusia, ni para la sociedad en general, debido a la invasión por parte de ese país a Ucrania. El ex jugador de Ward y Luján cuenta cómo vivió esta situación. “Se vivió extraño en las primeras semanas, se notaba algo de angustia en la gente y en los compañeros. Pero después, la vida cotidiana fue sumamente normal, la gente se adaptó y siguió como si nada estuviese pasando“.
Y eso, claro, no fue sencillo de afrontar, teniendo en cuenta que Gastón recibía noticias más cercanas a la realidad que los ciudadanos rusos. “La información que me llegaba a mí por parte de mi familia no es la misma que se recibía ahí. Entonces ver a la gente haciendo su vida normal, a pesar de todo, hacía que uno se angustie mucho más, pero lo soporté“. Esa situación impactó también en lo deportivo, debido a la exclusión de los equipos rusos de las competencias europeas, y toda esa suma de cosas llevó a Mouriño a decidir dejar Rusia al final de temporada, tras ser subcampeón de la liga y de la copa de aquel país.
Una ¿nueva? etapa en Los Gladiadores
Luego de los Juegos Olímpicos de Tokio, Manolo Cadenas dejó su cargo como entrenador de Los Gladiadores. En su lugar, asumió Guillermo Milano, quien era hasta entonces su ayudante de campo, además de ser entrenador de las selecciones juveniles. Por eso, se puede hablar de un nuevo ciclo solo a medias, y así lo analiza también Mouriño, después de lo que fue el Centro-Sur a principios de año, donde el combinado nacional fue subcampeón en Brasil.
“Creo que Guille continuó con la misma línea de trabajo de Manolo. El grupo se sintió muy cómodo con él, con el trabajo. Es una pena que no pudimos aprovechar las ventanas internacionales que hubo este año, por lo que tampoco podemos hacer un balance, todavía no tuvimos mucho tiempo juntos, y no nos vemos hace 4, 5 meses“.
Y lo próximo para Los Gladiadores serán los Juegos Suramericanos de Asunción, en octubre,que además será uno de los últimos torneos antes del Mundial de enero. “Los ODESUR son importantes para nosotros, para la confianza, para el grupo. A partir de eso, vamos a prepararnos para el Mundial, tenemos ganas de volver a hacerlo igual o mejor que la vez pasada“.
La vez pasada a la que hace referencia el pivote es el Mundial de Egipto, donde logró un histórico 11º puesto. Y Gastón siente que Argentina puede hacer todavía un mejor papel. “Creo que tenemos con qué. Es cuestión de trabajo, de estar juntos, de tener amistosos y prepararnos de la mejor manera. Cada vez que nos juntamos, hay un progreso individual en cada uno, y eso potencia al grupo“.
El handball en Argentina, una cuenta pendiente
A pesar del innegable crecimiento exponencial que está teniendo el handball en el país, las ligas locales todavía no logran estar a la altura de lo que exigen los seleccionados. Al no haber ligas profesionales, la mayoría de los jugadores deben emigrar a Europa, para poder crecer, y tener más chances de ser convocados.
“El handball argentino está creciendo porque la gran mayoría de los jugadores que forman parte de las selecciones estamos jugando en Europa, tratando de llegar cada vez a niveles más altos. Para mi, hoy en día, en Argentina no hay nada, y si venía creciendo algo, la pandemia lo destruyó bastante“, sentencia Gastón.
“Es difícil intentar competir con equipos europeos estando en Argentina. Más sin tener una liga profesional, donde la gente no vive del deporte, entrena 3 veces por semana, después de haber trabajado o estudiado. Esto se vio en el Panamericano de clubes, donde se creía que por ahí se podía ganarle a equipos semi-profesionales como los de Brasil, pero se estuvo bastante lejos. A pesar de eso, nos reinventamos, seguimos sacando gente que se va al exterior, que lo intenta, que tiene ganas. Eso es algo grande para la Selección, porque se notó mucho el cambio cuando estuvimos afuera“.
Tras dejar Rusia definitivamente, Gastón Mouriño no tiene claro, todavía, donde estará su futuro. “Estoy esperando, viendo qué equipos, qué ligas. Siempre tratando de estar en mejores lugares, en equipos que jueguen competencias europeas, para sumar roce internacional que sería importante para mí“. Pero antes, un merecido descanso: por ahí en estos días se definirá (su futuro), pero por ahora estoy de vacaciones, las necesitaba bastante. Fue una temporada demasiado larga, y antes los Juegos. Estos años del COVID fueron complicados, entonces viene bien descansar, y volveré a ponerme en marcha cuando toque“.
Foto Instagram Gastón Mouriño
