El argentino finalizó en la décima posición en la Final de lanzamiento de jabalina con un tiro de 79, 81 metros.
Los 81, 96 metros, su mejor registro de la temporada.
Braian Toledo había obtenido el pasaje a la definición de anoche siendo el “grupo A” en su segundo lanzamiento. De esta manera superó a Ricardo Heber, que finalizó décimo tercero en Londres 1948 y décimo quinto en Helsinki 1952, y a Pablo Pietrobelli quien fue trigésimo cuartl en Beijing 2008.
Estos fueron los segundos Juegos Olimpicos para Toledo, quien a sus 22 años ha finalizado en la décima posición de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro siendo aún muy joven y con un futuro que lo está trabajando día a día.
En Londres finalizó 30° y en Río fue 10°, luego de tres intentos. 77, 89 metros; 79, 51 y 79, 81 fueron sus registros en la Final.
El ganador de la medalla de oro en Río de Janeiro fue el alemán Thomas Rohler, con una marca de 90,30 metros; la medalla de plata fue para el keniata Julius Yego (88, 24m) y el trinitense Keshorn Walcott (85, 38m) se quedó con el bronce.
Toledo llegaba con el antecedente de haber marcado su mejor registro, 83,32 metros, el año pasado en el Mundial de Beijing, donde también accedió a la final, con lo que había superado por 42 centímetros el récord nacional que había conseguido el año pasado en el CeNARD.
El atleta nacido en Buenos Aires no ha tenido una buena infancia en cuanto a los recursos edilicios y de alimentos, hace unos años en una entrevista a la revista El Gráfico relató: “Cuando tenía 8 años, me levanté a la madrugada y escuché ruidos. Espié y estaba mi mamá llorando. Le pregunté qué le pasaba y no me decía. Le insistí hasta que me dijo: ‘Lloro porque no sé qué les voy a de comer mañana, a vos y a tu hermana’. No teníamos nada. Pero nada, nada, nada. La abracé y le dije: ‘No te preocupés, estamos todos bien, estamos juntos, yo te voy a ayudar“.
Braian Toledo pudo patear el tablero y a pesar de tener muchas carencias, ha encontrado en el deporte un recurso y un estilo de vida para darle mejoras a su familia. Ahora el argentino pondrá su objetivo en Tokio 2020 y estará en la mejor edad para un lanzador de jabalina
