Fueron cuatro set a puro vértigo y hasta que la pelota no picó en el piso, el partido no estaba ganado. Pero se ganó. Las Panteras estarán en la cita máxima del deporte mundial por segunda vez en su historia.
El Coliseo El Salitre estaba vestido de amarillo, azul y rojo. Colombia festejaba de ante mano sin saber que su rival, Argentina tenía un as en la manga.
La atmósfera del estadio bogotano fue densa, como si el presagio era inminente y la verdad ya estaba firmada. Nada de eso. Argentina tenía un as en la manga.
Llegó el primer set y con él los nervios lógico de una final por, nada más ni nada menos, el pasaje a un Juego Olímpico. Para Colombia era la primera vez. Tenía todo a su favor: dos victorias firmes y de una manera excelente en su juego en lo que fue el calendario de 2019 frente a la Argentina y con el condimento que, después de Brasil, las cafeteras podían chapear con ser la mejor selección de Sudamérica. Por su parte, Las Panteras contaban con más fogueo. El calendario 2019 para las chicas dirigidas por Hernán Ferraro fue intenso: Panamericanos, Mundial y sumados amistosos internacionales como preparativos a dichas competencias mencionadas. Todo ese combo dejó a la Argentina bien posicionada de cara al Preolímpico de Colombia.
Barrió los primeros dos partidos sin ceder un set. Llegaban las cafeteras como amplias favoritas. Sin embargo Argentina tenía un as en la manga.
Y uno se preguntará ¿por qué un as en la manga? Sencillo: porque Las Panteras fueron todas una. Ese temple en los momentos oportunos y la voracidad con la que por ejemplo Elina Rodríguez, Lucía Fresco o Vicky Mayer jugaron el partido le dio el empuje al resto. Yaz Nizetich, Daniela Bulaich y Julieta Lascano dijeron presente también en el momento indicado.
Ese es el as en la manga que Argentina supo y que Ferraro sabía que lo tenía. Colombia empezó como para cerrar el partido en menos de media hora, pero no. Cada una de las jugadoras aportó lo suyo. Cada una hizo.
Porque cuando a Bulaich se le consultó, luego del partido, dijo con lágrimas en los ojos y sin poder terminar la frase: “teníamos que estar mentalizadas y firmes. Bajamos errores y eso nos dio mayor confianza. Respetamos a Colombia y fue un rival durísimo”.
Hoy se festeja. Por segunda vez consecutiva no sólo el voleibol femenino está en un Juego Olímpico, sino que también lo propio hicieron los varones allá por mitad de 2019.
Porque de eso se trata, de tener ese as en la manga para poder hacer valer el fruto del esfuerzo. Y si no se logra, seguir persistiendo, algo que realiza todos los deportistas que representan con tanto orgullo la bandera Argentina.