El oriundo de Pergamino reflexionó sobre la medalla de plata obtenida en los Juegos Paralímpicos. Su paso por Tokio y el anhelo de París 2024, pero antes será padre en octubre.
«Estoy feliz. ¡No puedo creer lo que estoy viviendo! Ganar una medalla es algo increíble, conseguí lo mismo que Guillermo Marro, mi máximo ídolo». Fernando Carlomagno vive horas turbulentas y cargadas de emoción. Porque además de obtener la plateada en los 100 metros espalda S7, falta muy poco para que “Pipo” se convierta en el padre de Aurora, a quien con su novia Camila esperan para octubre.
La referencia hacia Marro no es casualidad. El hombre de Pergamino es un referente argentino de la natación: ganó tres medallas (plateada en Atenas 2004 y bronce en Sidney 2000 y Beijing 2008). «No puedo pedir más», dice una y otra vez. Es que otros ídolos del deporte le escribieron a Carlomagno para felicitarlo por el logro. «Recibí mensajes de Gabriela Sabatini, Juan Pablo Sorin y Luciana Aymar», confesó el nadador que brilló en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. En su momento, Carlomagno destacó que «ser candidato es una linda responsabilidad».
Sobre la carrera que tuvo además a otros dos argentinos –Iñaki Basiloff y Lucas Poggi-, el nadador rosarino analizó que «fue muy dura, de detalles. Sabía que iba a ser así, pero cometí un error en la vuelta americana. De no haber sido por eso podría haber ganado la dorada, que es lo que vine a buscar», señaló Pipo en diálogo con Paradeportes Radio.
«Cuando salí del agua no quedó nada por reprocharme porque había dejado todo. Cuando toqué la pared la primera sensación fue de bronca e impotencia por haber dejado pasar una gran oportunidad. Pero después de ver la carrera varias veces no me puedo reprochar nada, dejé todo en cada brazada», agregó.
Pasó Tokio y se viene París 2024, y Carlomagno ya busca revancha: «Antes de los Juegos te decía que no. Pero ahora te digo que sí. Que voy a ir por la dorada», sentenció.
Fotos: IOC y Getty Images
