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Gimnasia

Athlete A: El precio del silencio

El documental de Netflix que aborda el escándalo mundial de la selección de gimnasia de Estados Unidos en torno a los abusos de Larry Nassar, desnuda mucho más que lo que se muestra en las casi dos horas de rodaje.

Por Micaela Piserchia
(@micapiserchia)

Todavía no salgo del shock. Debo admitir que sobre el final del documental me quebré en lágrimas porque me fue imposible no empatizar con las situaciones de cada una de las chicas, aunque esté muy lejos de ponerme en sus zapatos.

Los años en el deporte me enseñaron muchas cosas y también sé lo que es practicar una disciplina en la que otras personas deciden por lo que vos hacés, en donde sentís que das lo mejor y aun no es suficiente porque hay otras situaciones de fondo. Y entiendo a Maggie Nichols. Si bien fue una sobreviviente y una valiente por contar su desagradable experiencia, pagó el precio de haberse metido con una fábrica de generar medallas. Más que Larry Nassar: toda una estructura y un sistema más grande que lo que alguien puede imaginar. Afortunadamente se trató de una bomba de tiempo que no tardó mucho en detonar, pero en el medio se destruyeron muchas vidas y sobre todo, la carrera de una joven que soñaba con llegar a los Juegos Olímpicos.

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Athlete A, el documental de Netflix que salió a la luz a mediados de junio, es una excelente opción para conocer un poco más sobre el deporte de alto rendimiento. Porque voy a decirles algo, lo que ven ahí no es una sorpresa: se replica en todos lados. Me fue muy fácil conectar con las chicas y las familias porque hice un deporte parecido toda la vida, aunque lejos del nivel de elite. Varias cosas me llamaron la atención y me parece que son súper aprovechables para detectarlas y, de forma paulatina, trabajar para cambiarlas a fin de mejorar la experiencia de las y los deportistas durante los años en los que entrenan al alto nivel.

Algo que nos queda pendiente como país es lograr el posicionamiento de la marca. Las diferencias son muy grandes cuando Argentina compite en Juegos Olímpicos y creo que Estados Unidos sabe aprovechar muy bien las oportunidades que se le presentan. Así como pasaba con Michael Jordan, que lo llamaban para hacer publicidades de cualquier cosa, lo mismo ocurría con las gimnastas que ganaban medallas. Y esa exposición fue lo que hizo crecer al deporte, generando identificación de la miles de niñas en esas jovencitas elásticas. Creo que puede ser un buen punto para explotar, porque acá solo tienen éxito y prensa las selecciones de rugby, fútbol y básquet masculino y los tenistas. De los deportes amateur, la única masividad que se logró fue a partir del boom de Las Leonas, quienes sostienen su hegemonía en el tiempo. Sin embargo, no sucedió lo mismo con otros medallistas y campeones olímpicos como Los Leones, Walter Pérez y Juan Curuchet, Sebastián Crismanich, Georgina Bardach y la mismísima Paula Pareto. En mi opinión creo que estos logros se podrían haber aprovechado de manera diferente -hablando de marketing- para acercar el deporte amateur a las pantallas y a esta población futbolizada. Pero sobre todo para obtener otro tipo de sustento para el deporte amateur.

Ya adentrándome en cuestiones más troncales, el deporte de apreciación es injusto por donde se lo mire. Y estoy segura que quienes lo practican, más de una vez fueron víctimas de una injusticia. Porque es eso, personas sentadas en una silla tienen el poder de decidir independientemente de lo que vos hagas en la pileta, en la pista o en los aparatos. La corrupción no es nueva y, lamentablemente, los intereses en el deporte se ponen muy por encima de las ilusiones de las y los atletas. Entonces, los resultados provienen de un factor extra: te atenés a que, aunque des tu mejor, exista una posibilidad de que tu puntaje no coincida con lo que sabés que hiciste y la decepción sea grande. A diferencia de los deportes por marcador, la desventaja es gigante y la manipulación de resultados también.

La familia, eslabón fundamental en la cadena deportiva

Algo que se retrata muy bien es el apoyo de la familia, elemento vital para que un deportista logre sus objetivos. También se aprecia en la serie Spinning Out, de patín sobre hielo. Quienes hicimos deporte sabemos cuánto dejan de lado y cuánto se esfuerzan para que podamos practicar lo que amamos: las deudas, los madrugones para llevarnos de un lado al otro, acomodarse los tiempos y con amigos u otros miembros de la familia para buscarnos en los entrenamientos y competencias. Es muy duro para ellos como padres vernos sufrir por algo en lo que ellos no tienen incidencia. Destaco la parte en la que hablan sobre la denuncia de Maggie y desde USA Gymnastics les dicen “que se están encargando ellos” y, ¿cómo no confiar? Si teóricamente ofrecen las mejores condiciones para que sus hijas entrenen y sean ganadoras. Al nivel de elite los vínculos son diferentes porque se trata de un círculo más selecto, por supuesto. Entonces imagino la desesperación y desamparo que deben haber sentido en el momento en el que eligieron dejar a Maggie afuera de Río 2016 (que debería haber entrado como suplente por ser sexta, entendiendo perfectamente de qué iba la cosa pero así son los deportes de apreciación, queridos) como para juntar fuerzas e ir contra USA Gymnastics por el daño a su hija y la negligencia para proteger la imagen y reputación de la institución. 

“Se olvidaron de las niñas”

Qué frase más cierta. Una de las partes que más me conmueve es cuando Larry Nassar declara que “si se sentían incómodas podrían haberlo dicho antes”, como si ellas tuvieran esa capacidad de discernimiento. Muchos de los testimonios repiten una y otra vez lo borrosa que se vuelve la línea en esas instancias de tanta presión, lo que refleja la triste violencia que sufren las niñas desde chicas, la cual va desde la psicológica hasta los golpes. Una de ellas lo cuenta bien: “Estás pensando en que tenés hambre, que te duele el tobillo pero tu entrenadora te dice que no, que no te duele y que sos una vaca gorda”. Y refuerzan: “Larry era el único amable”. Que te maten de hambre para llegar a un peso, para lograr más altura y otras variables que no debemos ni conocer; es una verdadera locura. Entonces, ¿qué ambiente les brindan a las nenas? ¿por qué deporte y contención no pueden ir de la mano? ¿por qué es tan delgada la línea entre disciplina y disfrute? ¿qué sentido tiene llegar al alto rendimiento si entrenar se vuelve un calvario y te volvés un robot solo para cumplir tu meta? ¿en qué momento practicar deporte se convirtió en sinónimo de infelicidad? ¿cuál es el precio de ser una ganadora? Podría estar haciéndome estas preguntas todo el día…

Corrupción, silencio y complicidad

Y en este sentido, todas las personas son cómplices: quienes callan y prometen tomar acciones y no lo hacen; quienes encubren, no denuncian y prefieren mirar hacia un costado. Me hace acordar a una teoría llamada el espiral del silencio, en la que las voces minoritarias no son oídas. Pareciera que nos toca de lejos, pero no. Este tipo de manipulaciones está en todos lados y más cerca de lo que pensamos. “Todos lo saben pero nadie habla por miedo a las represalias”, “siempre fue así”, escuché más de una vez. Asimismo el documental muestra que USA Gymnastics es un monstruo más grande y que es más que una federación deportiva porque toca los sistemas de justicia y también policiales: su poder es inimaginable. En comparación con Icarus (documental que habla sobre los doping positivos de Rusia los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014), da la sensación de que ser potencia te brinda cierto blindaje e impunidad. Y que también aplican a la teoría maquiavélica con el famoso “el fin justifica los medios”. Sin duda, los resultados son indiscutibles, pero repito, ¿a qué precio?…

Con un final que emociona hasta las lágrimas por el empoderamiento de niñas y ya no tan niñas que callaron un secreto durante décadas porque así se lo solicitaron o recomendaron, Athlete A es un MUST para quienes aman el deporte. Ojalá que nos haga reflexionar y nos lleve a crear una nueva concepción de deporte. El resto se los dejo a ustedes.

Foto: Netflix

Micaela Piserchia

Soy periodista deportiva y social media manager. Dirijo Argentina Amateur Deporte y trabajo en C5N.com. Cubrí JJ. OO Río 2016 y Tokyo 2020. Estuve en DEPORTV y en Olé.

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